Yanira B. Martín, su novio y unos amigos se encontraban en su caravana, estacionada justo detrás del bungaló que salió ardiendo. Habían repostado agua y sabían dónde estaba la única manguera que había cerca. "Una vez que se originó el fuego -cuenta Yanira-, no se personó ningún empleado ni responsable del camping. Los gritos de los vecinos nos alertaron sobre las 6.40. Cuando salimos y vimos las llamas y el humo, comprobamos cómo otros usuarios del parking corrían despavoridos  sin socorrer a los afectados. Fueron mi novio y un amigo quienes fueron en busca de una manguera para sofocar las llamas. Cuando llegaron los bomberos, ya el fuego estaba controlado. Pero nadie del camping se personó. Incluso la recepción estaba cerrada. Sobre las 9:00 nos fuimos sin que nadie nos diera información ni explicación. Nos parece preocupante la falta de seguridad en ese camping, con una ocupación tan alta".