La Memoria de la Fiscalía General de Andalucía de 2014, que incluye los balances y recomendaciones provinciales, dedica un apartado especial sumamente extenso a la situación de los menores, donde se percibe un descenso en general de la delincuencia juvenil. Según esta memoria, las actuaciones en la provincia se podrían resumir en los siguientes números: 538 chavales en libertad vigilada, 125 internamientos, 162 permanencias de fin de semana en centro de menores, 220 prestaciones en beneficio de la comunidad...

Pero esta es una visión fría de la realidad. Es cierto que han bajado los delitos más habituales de menores (hurtos, lesiones...), pero hay otros que, sin suponer un pico desmedido, crecen y preocupan a los fiscales especializados en menores. Son comportamientos detectados que preocupan de cara al futuro y tienen que ver con la violencia de género en noviazgos y ataques de hijos contra los padres. En la provincia los fiscales han trabajado en 16 casos de violencia de género y 165 de violencia doméstica.

Los 16 casos de violencia de género suponen un incremento con respecto al ejercicio anterior y forman parte de los 50 que se calificaron en toda Andalucía. También se sabe que sólo es una ínfima parte de una conducta demasiado extendida que muy raras veces se denuncia. Según el Fiscal delegado de Menores, José Muñoz, "la violencia de género aparece como una de las manifestaciones delictivas que más ha crecido. Se observa en tales hechos un aumento considerable en la violencia o intimidación utilizada sobre todo por los menores en sus relaciones de afectividad o noviazgo".

También analiza la violencia dentro del hogar y observa que en la mayor parte de los casos los niños maltratadores no cometen delitos fuera de casa. "En la mayoría de los supuestos se trata de una situación de violencia familiar prolongada en el tiempo y no denunciada hasta que la convivencia doméstica resulta del todo imposible por el carácter violento y agresivo de estos adolescentes". El perfil del maltratador es el de un chaval con falta de habilidades sociales, con fracaso escolar, muy materialistas, que no acatan normas y en no pocas ocasiones herederos de la violencia física o psíquica vivida en el ámbito familiar. También da cuenta la Fiscalía de que cada vez hay más chicas maltratadoras. Desde esta perspectiva son víctimas, menores con problemas de drogadicción o de salud mental.

El fiscal recomienda en estos casos actuar no sólo con el menor sino también con la familia. "Lo más eficaz es la implantación de programas familiares integrales con sometimiento a programas de mediación para restablecer las relaciones paterno filiales, asumiendo compromisos ambas partes". Los recursos que mejor están funcionando, según informan los fiscales provinciales, son las medidas de convivencia en grupo educativo o la libertad vigilada con sometimiento a programas de intervención familiar. El internamiento sólo es aconsejable en casos de reincidencia o de extrema gravedad.

Otro tipo de violencia, la escolar, que igualmente ha descendido, tiene una derivada que es en la que se incide en el informe fiscal. Se trata de las redes sociales. Tuenti, facebook y twitter son una fuente permanente de amenazas, coacciones, insultos... En estos foros se advierte que están registrados muchos menores de 14 años, aún estando prohibido y, aunque se advierte a los padres, "existe una aceptación generalizada que piensa que no hay peligro en ello". Lo cierto es que las fiscalías están actuando en estos casos y los menores que creen actuar con impunidad en estos ámbitos están siendo identificados y castigados, ya que no lo hacen los padres, que en muchos casos no realizan un seguimiento de cómo interactúa su hijo en internet. El Fscal sugiere que "dentro del propio sistema educativo y con carácter formativo se impartieran charlas sobre el uso y consecuencias del mal uso de las tecnologías de comunicación, tanto por el profesorado de los centros como por los Cuerpos de Seguridad del Estado, trasmitiendo la importancia que estas nuevas tecnologías tienen como herramienta pedagógica y de formación".

Estos dos ámbitos, la violencia de género y las redes sociales, se cruzan habitualmente. El control de los chicos sobre el uso que las chicas hacen de sus móviles es un primer paso que antecede al maltrato. En este sentido, dentro de las propias redes se puede encontrar el antídoto. Un blog de gran éxito y de carácter pedagógico es Mi novio me controla... lo normal, donde con un lenguaje sencillo dirigido a los adolescentes se analizan los riesgos de la idealización del amor y, como se explica en algún post, cómo funciona "el amor en tiempos de facebook".

Para el fiscal, tanto en el ámbito de la esccuela como de la familia se deberían canalizar el interés de los chicos en este tipo de contenidos que desmitifican los roles de pareja y que pueden terminar en el aspecto que ahora mismo preocupa más de los delitos juveniles: el maltrato machista.