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Provincia de Cádiz

González no aguanta la presión

  • La concejal de Hacienda de Puerto Real dimite "por responsabilidad" y para "dar ejemplo" El alcalde, Antonio Romero, exige "la misma decencia e integridad" al Partido Socialista

El fin de semana horribilis que le ha tocado vivir a Si se puede Puerto Real ha terminado en dimisión. Mónica González se marcha. Abandona su cargo como concejal de Hacienda y firma su dimisión. Han sido necesarios tres días de reflexión para que la edil, procesada por un presunto delito de estafa, haya decidido que es mejor apartarse y centrarse en su defensa ante la Audiencia Nacional, donde tendrá que demostrar que, como ella mantiene, no tuvo ninguna responsabilidad en el caso Eurowork y que no conoció ni se lucró de la presunta estafa a más de 5.000 ciudadanos extranjeros. 

La puertorrealeña de 37 años dice que dimite "por responsabilidad y para dar ejemplo" y no porque sea culpable de nada. Antes de marchase ha repetido que "sigo sin tener nada que ocultar, al contrario, deseo que se celebre pronto el juicio y se aclare todo".

 

Mónica González abandona la primera línea política pero anuncia que no se desvinculará del todo. "He sido, soy y seré una activista social, creo firmemente en este proyecto y en su viabilidad. Por eso continuaré colaborando con mis compañeros desde fuera de las instituciones en todo lo que yo pueda ser de utilidad", declaró ayer la ya ex concejal.

 

Han sido días difíciles para González y no ha soportado la presión. Por un lado la "mediática e injusta" que considera que se está ejerciendo sobre sus compañeros, "especialmente por tratarse de una candidatura de unidad popular". Y es que, en los dos últimos días ha tenido que capear con un rosario de peticiones de dimisión que llegaban de prácticamente todos los partidos políticos. Algunos, como el PSOE, por triplicado: a nivel local, provincial y autonómico.

 

Las presiones también han estado presentes en su propio partido que tan sólo horas después de conocerse la noticia ya pedía el cese de su militancia en Podemos y ponía en marcha la maquinaria asamblearia para decidir si debía entregar su acta de concejala.

 

Con su marcha se ahorra un juicio paralelo y no tendrá que someterse a la votación de sus compañeros que ayer iban a decidir si debía continuar o no en el cargo. No obstante, Mónica González dijo ayer que dará "todas las explicaciones pertinentes en los órganos de mi formación y en la asamblea en el momento en que se convoquen".

Mónica González ha compartido su fin de semana horribilis con Antonio Romero, alcalde de Puerto Real, que ha sido quien más la ha apoyado en estos días. Hasta el punto que su labor como alcalde se ha puesto en entredicho. No sólo porque grupos como el de Izquierda Unida Puerto Real, gracias al cual fue investido alcalde, hayan puesto en duda su capacidad para gobernar. Romero está deslegitimado para algunos sectores de su partido, por el hecho de haber conocido la imputación de González, no haberlo comunicado al resto de la formación y apoyarla una vez que se hizo pública.

 

 Las últimas horas el teléfono de Romero ha recibido llamadas de Podemos a nivel nacional, autonómico y local. Ayer no le quedó otra que aceptar la dimisión de González, a pesar de que sigue manteniendo que "es una víctima más del caso Eurowork, por el que me consta que lleva padeciendo 10 años de sufrimiento", dijo Romero.

 

En un intento de que la marcha de la edil no se produzca por la puerta de atrás, el alcalde agradeció el trabajo que la edil ha realizado en los primeros meses de gobierno local, "pues ha sido, es y seguirá siendo una pieza fundamental, demostrando una inmensa capacidad de trabajo y sacrificio, así como una valía personal y profesional digna de admiración".  Romero insiste en que su compañera "debe irse con la cabeza bien alta, pues lejos de ser culpable, ha sido, reitero, una víctima más de este estafador".

Con la dimisión de Mónica González sobre la mesa, Antonio Romero recupera fuerzas para enfrentarse a aquellos que en los últimos días le han exigido que cumpla con su código ético y no mantenga a imputados en sus filas. "Nos pedían que diéramos ejemplo, y así lo hemos entendido. Presentar su dimisión supone un ejercicio de honestidad con la gente muy poco habitual en política, incluso en casos flagrantes. Ahora somos nosotros quienes exigimos la misma decencia e integridad a partidos como el PSOE, que mantiene entre sus filas a personas que sí están marcadas por la corrupción y además son capaces de cerrar pactos de gobierno con pluriimputados en el ejercicio de sus deberes públicos", exigió.

 

Así, Antonio Romero desvía ahora el foco hacia la andalucista Maribel Peinado, vicepresidenta segunda de la Diputación de Cádiz y concejal en el Ayuntamiento de Puerto Real, sobre la que pesan dos imputaciones por supuestos hechos realizados cuando era alcaldesa de la ciudad en la pasada legislatura. Romero afeó que el PSOE pida tan insistentemente la dimisión de González cuando no lo hizo ni lo hace ahora con Peinado, con quien sí pacta para obtener la Diputación de Cádiz.

 

El alcalde también tuvo que enfrentarse ayer a Inmaculada Padilla, secretaria local de Podemos Puerto Real, con quien la grieta abierta es más que evidente. Lo hizo en privado, después de que, de algún modo, Padilla desautorizase públicamente el apoyo que Romero mostraba a su compañera, al pedir la dimisión de ésta mientras que el alcalde escenificaba el respaldo de Sí se puede. Las explicaciones se dieron ayer en una reunión del "Consejo Ciudadano Ampliado", en el que estuvieron presentes los miembros del consejo ciudadano de Podemos, los representantes de las comisiones y el equipo de gobierno de Sí se puede. 

 

Ayer también se produjo una de las reacciones más esperadas, la de los concejales de Equo con quienes Sí se puede comparte gobierno en coalición. 

Desde que saltó la noticia de que el caso Eurowork salpicaba a Puerto Real, Equo ha estado callado. El grupo verde se han mantenido al margen, quizás para ahorrarse el mal trago de tener que pedir públicamente la dimisión de la que hasta hace unas horas era su compañera. De haberlo hecho, mientras que el alcalde le daba su apoyo, se hubiese evidenciado una ruptura del gobierno local que la dimisión de la concejal ha evitado. 

 

Sin embargo, ayer, con el problema ya resuelto, Iván Canca, portavoz de Equo, habló. "Aunque desconocía las circunstancias del caso de Mónica González, creo en su inocencia, si bien apoyo el gesto de responsabilidad que supone presentar su dimisión, que veo necesaria y coherente, y algo que estamos poco acostumbrados a ver en otras formaciones políticas con imputaciones muy graves". 

 

En cualquier caso, Canca anunció que este asunto será abordado en el seno de la asamblea local de Equo.

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