No es la primera ni, probablemente, será la última. En esta ocasión, cambian las siglas de algunos de sus protagonistas, si bien esos portavoces, alcaldes de la Bahía de Cádiz, persiguen el mismo fin que sus predecesores: aunar fuerzas para lograr algún beneficio, de nuevo, para los astilleros gaditanos y sus trabajadores.

El alcalde de Cádiz, José María González, Kichi, ya había mostrado su interés por dar un paso al frente en este capítulo. Rápidamente, la presidenta de la Diputación Provincial, la socialista Irene García, hacía un llamamiento al resto de regidores con algún dique en su término municipal. Estaban convocados, por tanto, los mandatarios de Puerto Real, Antonio Romero, Rorri (de Sí se puede); y la de San Fernando, la también socialista Patricia Cavada. Pero he aquí que el alcalde de Chiclana, el histórico José María Román, indicó a su compañera de partido que el municipio que dirige debía estar en esa reunión, no ya por la evidencia de no contar con algún astillero, sino por la gran cantidad de industrias auxiliares que proporciona a la construcción naval. La petición fue aceptada. Tres a dos, por si acaso.

A su término, anunciaron que "se han sentado las bases para establecer una alianza en defensa del sector naval mediante una mesa abierta a las administraciones estatal y autonómica, a través del subdelegado del Gobierno, Javier de Torre, y el delegado de la Junta en la provincia, Fernando López Gil". Así, acordaron elaborar un manifiesto en el que se recojan las principales demandas al respecto, documento que tendrá que ser aprobado en los respectivos plenos municipales y al que se unirán las reclamaciones que hagan los propios trabajadores de Navantia.

Irene García dijo después que la reunión de ayer permite "reafirmar unas reivindicaciones que asumen todos los representantes públicos, si bien ahora se ejercerán de una manera coordinada". A juicio de la presidenta de Diputación, "esta foto es necesaria para una provincia que necesita noticias en positivo y rearmar y sentir el orgullo de empresas señeras". 

Por su parte, el alcalde de Cádiz añadió que "se han dejado a un lado los clichés políticos y los intereses partidistas y el único objetivo que ha primado es la defensa de carga de trabajo". Dijo que la de ayer es "una mesa con varias patas" en la que también están presentes los agentes sociales, los parados del Metal y en la que quieren que esté presente la Universidad. "A Cádiz le hacía falta un encuentro como este; la de hoy es una foto cargada de futuro", reseñó.

Esta foto no es la primera vez que se produce. Ya en el año 2004, cuando se anunció la disolución de Izar, se creó otra con Teófila Martínez, José Antonio Barroso y Antonio Moreno al frente. La presión de unos y otros logró que el astillero isleño se quedara en el grupo público que se llamó desde entonces Navantia.

Más tarde, en 2013, cuando los astilleros languidecían sin atisbo de nuevos encargos, la ya secretaria general del PSOE de Cádiz, Irene García, propuso crear una nueva mesa, pero encontró el rechazo del presidente provincial del PP, Antonio Sanz. Para la historia quedan otras mesas 'ilustres', como la de la Industria (en la imagen inferior), que se reunió dos veces y de la que no surgieron medidas efectivas. O la mesa de alcaldes contra el cierre de Delphi, o la mesa de Las Aletas.