El presidente del comité de empresa del astillero de Puerto Real, Antonio Noria, amanecía ayer con un tono de voz bien distinto al que mostró durante la última conversación mantenida con este Diario a altas horas de la noche del martes pasado. "Ya está todo resuelto", dijo ayer sin más prolegómenos. "Tendremos dos buques y está previsto que en octubre se firmen los otros dos", decía Noria. "En definitiva, los cuatro petroleros están ya en marcha". Ahora empieza otra cuenta atrás, ya que la intención es que después de un parón en la factoría de diez días de vacaciones se empezará a tocar chapa empezando por colocar las quillas, que es lo primero. Pero Noria no tenía aún en su poder el planning de trabajo que definirá qué bloques se hacen en Ferrol y cuáles en la Bahía de Cádiz.

En cuanto al quinto y sexto petroleros, Noria comenta que hasta septiembre no se resolverá una serie de flecos, "aunque puede que también caigan". Noria estaba ayer con ánimos para soñar y se atrevía a imaginarse, mientras paseaba por las ociosas dársenas de Puerto Real, la construcción de manera simultánea en la factoría puertorrealeña de, ni más ni menos, que seis petroleros. "Eso sería un hito histórico que salvaría a muchos trabajadores gaditanos que ya están casi con la soga al cuello".

Preguntado por si con estos planteamientos podrían permitirse dejar de lado el gasero, Antonio Noria dijo que de eso nada, ya que "no podemos esperar a que terminemos los barcos para pedir más. Hay que empezar a pedirlos ya".

Noria, tras conocer la suspensión de la reunión del consejo de la Sepi del martes pasado le pidió a los políticos que se quitaran las medallas porque "las medallas son nuestras". "La presión social y ciudadana ha vencido aquí, ya que no es lógico es que ayer a la una se suspenda un consejo de administración y hoy (por ayer) a las 9 se reúnan con todo arreglado ya". Con esta firma, "a la Bahía de Cádiz le ha tocado la primitiva y ahora toca trabajar y demostrar que todo esto ha sido un acierto".