Pedro Cortés Sánchez, vecino de Alcalá de los Gazules, de unos 40 años de edad, encontró el pasado domingo por la mañana una tumba en un lugar llamado el Cerro de las Porquerizas, a unos cinco kilómetros de esa localidad, cerca de la carretera que la une con Paterna. Cortés andaba por el campo en busca de material para una obra y se topó con la sepultura al retirar unas losas que la cubrían.

Fuentes consultadas por este periódico indicaron, tras ver las fotografías de la tumba tomadas ayer, que en principio parece que se trata de una sepultura visigoda y que probablemente forme parte de una necrópolis.

En la tumba había restos óseos, como muestran las fotografías. En el municipio de Alcalá de los Gazules hay una gran cantidad de tumbas de todo tipo: prehistóricas, visigodas y cristianas tardomedievales, según explica Marcos Ramos Romero en su libro Historia de Alcalá, al que cita en su blog Ismael Almagro.

El autor del hallazgo lo comunicó a la Policía Local de Alcalá de los Gazules. En la tumba no había restos de cerámica ni de otro tipo de material, comentó ayer Pedro Cortés. La sepultura está construida con grandes lajas que forman tanto las paredes como la cubierta.

Las tumbas más abundantes en Alcalá son las excavadas en la roca, señala Ismael Almagro en su blog. Añade que bien aprovechan una especie de laja o bien piedras sueltas, y con la particularidad de que la tarea para realizarlas no debió de resultar difícil, ya que el material sobre el que actuaban eran piedras muy aptas para ser trabajadas.

Almagro explica que hay tantas tumbas en el término de Alcalá de los Gazules, que a una de las sierras de la zona se le da el nombre de Sierra Momia. Y anota que entre las tumbas prehistóricas de Alcalá están las de Cermeño, asociadas a pinturas.

"Las visigodas", continúa, "serían las de forma rectangular. A ese grupo pertenecen las dos tumbas de la Dehesa de las Yeguas (más anchas por el centro que por la cabeza y pies) y las 21 de Tajo Garabito, en Alberite, que se encuentran todas en la misma laja y con similares características a las de las Yeguas".

Un tercer grupo lo forman las cristianas tardomedievales, que tienen forma de ataúd; es decir, antropomorfas. En este grupo están del Lario y Peralta.

En septiembre de 2004, Manuela Lago y Gil Birués de Segovia, vecinos de Benalup-Casas Viejas, localizaron en el término de Alcalá de los Gazules un gran yacimiento del tercer milenio antes del Cristo: la necrópolis de Monte Bajo, un yacimiento de la Edad del Cobre y los inicios de la Edad del Bronce, unas tumbas de hace cinco mil años.

En las tumbas aparecieron cuentas de varicita, cristales de roca y otros objetos de prestigio que hablan de una población muy importante que vivía el paso de las sociedades tribales a otras más complejas.