El Puerto

Alarma por la desaparición de un niño de tres años en El Puerto

  • El pequeño, afectado de autismo, estuvo perdido durante toda la mañana y apareció en casa de una vecina

La portuense barriada de El Juncal vivió ayer una agitada mañana que afortunadamente se saldó con un final feliz. Hacia media mañana saltaba la alarma ante la desaparición de un niño de poco menos de cuatro años de edad, llamado Óscar, cuyo padre avisó a la Policía Local a través de una llamada telefónica explicando que el niño había desaparecido. Se da la circunstancia de que el pequeño padece autismo.

Como explicó ayer el concejal de Seguridad del Ayuntamiento portuense, Ángel M.González, casualmente en la zona patrullaba a esa hora una pareja de la Policía Local que en pocos minutos se personó en la vivienda de la familia. La madre, que se encontraba trabajando en el Campo de Gibraltar, emprendió el viaje hasta El Puerto nada más tener conocimiento de la desaparición del niño.

Tras una primera batida por las inmediaciones se avisó también a la Policía Nacional y durante más de dos horas se estuvo buscando al menor por toda la barriada, con la participación de los vecinos y allegados y una amplia repercusión a través de las redes sociales y los grupos de Whatsapp.

El padre del niño prestó además declaración en Comisaría para tratar de explicar en qué circunstancias se había producido exactamente la pérdida del menor, cuya foto a esas horas ya circulaba con fluidez por todas las vías posibles.

A eso de las dos y media de la tarde, y con un amplio dispositivo policial y sanitario preparado junto a los jardines del bloques de viviendas en los que se estaba desarrollando el grueso de la búsqueda, se logró localizar al menor asomándose al balcón de una de las viviendas del conjunto residencial de la zona, un piso situado muy cerca de la vivienda de su propia familia.

El rescate del niño, sin embargo, no fue sencillo ya que la casa se encontraba en ese momento vacía, con la única presencia del menor, por lo que fue necesario que los bomberos tuvieran que abrir la puerta de la vivienda.

Entre tanto en la calle se concentraban cada vez más curiosos que querían ver cómo terminaba la historia y que veían con cierto temor como el niño se asomaba al balcón, aunque ya más aliviados al saber que el pequeño había aparecido.

Al parecer la propietaria de la casa tuvo noticia de lo ocurrido al salir de trabajar y no se podía explicar cómo se había podido meter el niño en la casa, aunque es posible que se confundiera de vivienda y pensara que era la suya.

El pequeño de tres años de edad se encontraba en buen estado y la Policía Nacional se ha encargado ahora de seguir adelante con la investigación oportuna que permita aclarar con detalle todo lo ocurrido en este caso.

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