El Puerto ha recuperado en esta motorada una gran parte del público que acudía a la convocatoria en años pasados. La llegada de motoristas de forma masiva que se produjo en la tarde del viernes ya dejaba entrever que el evento iba camino de recuperar un público que se había perdido. Hasta altas horas de la noche hubo ambiente en las calles más céntricas, sin registrarse incidentes reseñables. El hecho de que el evento se celebre a principios de mes, coincidiendo con el puente festivo del Primero de Mayo y el 2 de Mayo en Madrid, ha favorecido que muchos aficionados a las dos ruedas se hayan lanzado a la carretera para disfrutar del Gran Premio de España de Motociclismo.

Recién llegados a la ciudad o una vez que vuelven del circuito de ver los entrenamientos, El Puerto ejerce una gran atracción sobre los visitantes, que ocupan todas las terrazas disponibles, incrementando la actividad hostelera y la ocupación en los hoteles. Cada vez son más los hosteleros que instalan algún tipo de animación en la calle, a la vez que la exhibición de motos clásicas Carcoma pone una nota pintoresca en la concentración motera.

También, el dispositivo especial de motorada, que se instala de unos años a esta parte en la zona peatonal y en la Ribera, parece haber encontrado un equilibrio entre los derechos de los ciudadanos y los de los participantes en la concentración, aunque con algún enfrentamiento ocasional a causa de los bruscos acelerones de algunos moteros, especialmente cuando afectan a familias con niños, cuyos tímpanos pueden verse dañados por el intencionado estruendo de los motores.

Pese a todo, la concejalía de Policía Local realizaba ayer un balance positivo del dispositivo de seguridad establecido también este año, con una gran presencia de efectivos y sanitarios. El mismo viernes se produjeron tres accidentes durante la jornada, ninguno de ellos de carácter grave. El primero, tuvo lugar en la avenida Micaela Aramburu a las 20:30 horas, con rotura de cárter de motocicleta. Sobre las 22:30 horas se registró otro a la altura de la calle Bajada del Castillo, y poco antes, a las 22:15 horas, hubo un roce entre dos motocicletas junto al paso de peatones de Ribera del Marisco.

Aunque el dispositivo de seguridad autoriza la circulación de las motocicletas hasta la medianoche, se cerró el tráfico en dirección hacia la avenida Micaela Aramburu, ya que los Bomberos estaban limpiando la calzada de aceite y gasolina que se había vertido en el accidente citado. Al coincidir prácticamente la finalización de estos trabajos con la hora de cierre del dispositivo y al estar llenos los parking de Bajamar, se optó por no reabrir el centro urbano, cerrándose a las motos antes de la hora prevista. Cabe señalar que a pesar de la necesidad de estacionamiento, el aparcamiento del catamarán estuvo acotado con vallas, cerrado y vacío. Mientras que los motoristas tuvieron que buscar aparcamiento donde podían: encima de las aceras o junto a las plazas, que como Peral o El Polvorista estuvieron vigiladas para evitar el estacionamiento.

En cuanto a las asistencias de botiquín, según el parte de la Policía Local, este atendió a 13 personas desde las 12:00 horas del viernes a las 08:00 horas de ayer, sábado: dos casos por alergias, dos por traumatismos y dos intoxicaciones etílicas, aunque ninguno de ellos de gravedad.

Según ha podido saber este Diario, algunas de las atenciones se retrasaron más de media hora, ya que los medios de transmisiones de que dispone la Policía Local carecen de la necesaria efectividad, funcionan de forma deficiente, hasta el punto de que los agentes se ven obligados a utilizar sus teléfonos móviles particulares para comunicar con la Jefatura, incluso durante incidencias urgentes.

La subdelegación de Gobierno desplegó también un fuerte contingente de Policía Nacional, con epicentro en la plaza de Las Galeras. Grupos de policías antidisturbios patrullaron a pie por Micaela Aramburu. Los puntos de vigilancia y control se mantuvieron hasta las 4 de la madrugada del sábado. La madrugada de hoy domingo, previa a las carreras, suele tener aún mayor movimiento.