El Puerto

La detenida por el crimen de la 'Oh Palace' se deshizo del arma homicida

  • Otros tres hombres ya están en prisión como presuntos causantes de la muerte

Una vez levantado el secreto del sumario del conocido como crimen de la Oh Palace, en el que resultó muerto su gerente, Ángel Rodríguez Pérez, la Policía Nacional emitió ayer un comunicado en el que reconoce que a la detención de los tres primeros varones como presuntos responsables de los hechos se ha añadido una mujer a la que se acusa de haber arrojado al mar la pistola con la que presuntamente se disparó en la cabeza al empresario leonés. Este diario ya informó en su día de estas cuatro detenciones y de que la toma de declaración de la mujer estaría relacionada con la búsqueda del arma homicida.

La víctima estaba vinculada con negocios de prostitución y su cadáver fue hallado el 26 de febrero por los bomberos en el maletero de un coche ardiendo y con un impacto de bala en la cabeza. La Policía informó ayer de que la investigación ha finalizado con los arrestos de cuatro personas, tres varones como presuntos autores de la muerte, los cuales, tras ser puestos a disposición judicial, ingresaron en prisión. Y una cuarta persona, la mujer, por deshacerse del arma utilizada, arrojándola al mar, concretamente a un espigón situado en Puerto Sherry. En la recuperación de la pistola fue necesaria la intervención de buceadores expertos del Grupo Especial de Operaciones (GEO).

El 25 de febrero de 2015 se presentó una denuncia en la Comisaría Local de El Puerto de Santa María en la que se comunicaba la desaparición de una persona, cuyas particulares circunstancias hicieron sospechar a priori de que se trataba de una desaparición de alto riesgo. Dicho extremo fue confirmado al día siguiente, cuando su cuerpo sin vida fue hallado en el interior de su vehículo estacionado en la urbanización Las Palmeras. El cuerpo había sido calcinado y presentaba un impacto de bala en la cabeza.

El Grupo de Delincuencia Especializada y Violenta de la citada comisaría local se hizo cargo de la investigación, la cual se tornó complicada por la escasez de testigos o indicios que ayudaran a su esclarecimiento y la aparición del cadáver calcinado que impedían el descubrimiento de vestigios que sirvieran para identificar a los autores. Rápidamente, los investigadores trazaron una línea de investigación que, tan sólo cuarenta y ocho horas después, se centraba ya en tres personas como los principales implicados en la desaparición y posterior muerte del conocido empresario afincado en la localidad.

Las indagaciones permitieron a los agentes conocer que los tres sospechosos estaban vinculados al mundo de la prostitución y supuestamente habrían acabado con la vida de Ángel por un ajuste de cuentas relacionado con el sórdido mundo de los clubes de alterne. Concretamente uno de ellos, antiguo socio de la víctima, mantenía con este una enemistad manifiesta, la cual se había agravado en los últimos tiempos por motivos económicos y presuntamente elaboró un plan para matarlo, contando con la colaboración de varias personas, entre los que se encontraba otro conocido personaje del mundo de la noche, natural de Sevilla, que fue el encargado de calcinar el vehículo y el cadáver y así dificultar las pesquisas policiales.

Tras una complicada investigación, los agentes lograron finalmente determinar la identidad de las personas que ejecutaron el homicidio. El día 3 de marzo procedieron a la detención de tres hombres como presuntos responsables de los delitos de detención ilegal y homicidio. Tras obtener los correspondientes mandamientos judiciales realizaron varios registros en los domicilios de los detenidos, situados en El Puerto y Almonte (Huelva). Las pruebas aportadas en estos registros domiciliarios realizados supusieron que la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de El Puerto decretara su inmediato ingreso en prisión.

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