"Don Manuel Fraga quería dotar a Andalucía de una representación de políticos nacionales, en la seguridad de que así incorporaría aún más las preocupaciones y problemas de la región al organismo central y sin que ello supusiera falta de confianza alguna en el trabajo de los parlamentarios andaluces en la Cámara autónoma. A mí me ofrecieron Cádiz. La propuesta era atractiva e interesante y no dudé un solo instante en aceptarla".

Quien así hablaba era Rodrigo Rato Figaredo al recordado y querido periodista del Diario, Antonio Pérez Sauci en enero de 1983.

Por aquel entonces, el asturiano tenía treinta y tres años, soltero, licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid y en Ciencias Empresariales por la de California. Rodrigo Rato acababa de ser nombrado primer diputado de Alianza Popular por Cádiz en el Congreso. Era la primera vez que este partido tenía una representación gaditana en las Cortes, desde aquellas primeras elecciones de junio de 1977.

Su ingreso en Alianza Popular se produjo en enero de 1979. "Llegué al convencimiento de que la UCD acabaría convirtiéndose en un partido de izquierda, a la vez que carecía de una definición clara y exacta de España, en los términos liberal y conservador, al tiempo que reformista, que la tenía y tiene Alianza Popular", señaló Rato.

Respecto a la provincia destacó que "me ha sorprendido muchísimo la vida autóctona de la provincia gaditana. No está influenciada, en absoluto, por la 'colonización cultural' llevada a cabo en nuestro país en los últimos tiempos. Mantiene su particular concepción del turismo, de la calidad de la vida y, por supuesto, en sus costumbres. Es, al mismo tiempo, una provincia con grandes diferencias sociales, pese a lo cual no tiene una conflictividad extraordinaria, como ocurre en otros sitios".

Rodrigo Rato siempre estuvo dentro de la ejecutiva de Alianza Popular, siendo nombrado el 28 de octubre de ese año secretario general del grupo parlamentario popular, lo que le hacía responsable del trabajo del grupo del primer partido de la oposición. "Nuestra misión en el Parlamento no va a ser otra que la de obligar al actual Gobierno a ser más efectivo, para lo que no escamotearemos debate alguno. También nos encargaremos de consolidar el actual bipartidismo presente en la vida de España, de forma clara, tras las últimas elecciones. Nosotros vemos las soluciones a los problemas del país de forma bien distinta al PSOE, a diferencia de lo que pasaba en UCD, por lo que la vida parlamentaria, sin duda alguna, va a cambiar bastante en relación a anteriores legislaturas".

Desde enero de 1979, Rato siempre estuvo cerca de Manuel Fraga. Lo conocía muy bien. "La unidad de nuestro partido está más que garantizada, porque contamos con un líder indiscutible que es Manuel Fraga que nos aglutina a todos. La autoridad y disciplina interna en Alianza Popular es lo primero. Fraga es una persona con una capacidad increíble de trabajo. Su frescura intelectual es impresionante, y su capacidad de trabajo, demoledora", aseguró el político.

También calificó la labor del Gobierno de Felipe González. "Van a esperar que pasen las elecciones municipales para cambiar su moderada táctica de Gobierno. Mucho me temo que entonces todo cambie. Se verá la auténtica cara del PSOE y veremos lo que es bueno". Y añadió que "son las tesis del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y no las de Felipe las que gobiernan y van a gobernar el país".

Por aquellas fechas fue elegido presidente provincial de Alianza Popular José Ramón del Río, tras aprobarse mayoritariamente la candidatura presentada por un buen número de militantes, entre ellos Rodrigo Rato. "Alianza Popular necesitaba remozarse y afianzarse aún más en Cádiz y en la provincia. Llegaba el momento de la definitiva implantación. Para ello, el hombre estaba claro: José Ramón del Río, parlamentario andaluz por Cádiz, además, y con unas dotes de mando, inteligencia y compresión que le hacían el presidente ideal", concluyó Rodrigo Rato.