Un informe del Ministerio del Interior viene, si no a desmontar, sí a remover el amable y extendido tópico que coloca a la provincia a la cabeza de España en tolerancia y en la no discriminación del diferente. Cádiz figura como la provincia de España en la que más delitos de odio por orientación o identidad sexual se denunciaron en 2014, muy por delante de Sevilla, Baleares y La Coruña. Y la segunda en el conjunto de los delitos de odio, solo superada por Barcelona y seguida de la provincias de Madrid y Sevilla. También fue líder en detenciones e imputaciones, con un total de 63.

De los 132 delitos de odio registrados en territorio gaditano, nada menos que 115 afectaron a 124 mujeres y hombres que fueron  víctimas de insultos, amenazas o agresiones por su elección de entablar relación con personas del mismo sexo o, simplemente, porque su aspecto o su manera de expresarse no coincide con el género que aparece en su DNI.

Por racismo y xenofobia, en la provincia de Cádiz se registraron doce denuncias y por discapacidad, cinco, que junto a las anteriores, completan la estadística ministerial sobre delitos de odio, cuyas cifras provinciales por tipologías pueden consultarse en el gráfico.

Fuente: Secretaría de Estado de Seguridad   Gráfico: J. A. Álvarez

El pasado año se cerró con 1.285 delitos de odio, según el informe al respecto presentado ayer por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. En este estudio se refleja que los delitos por razón de la orientación sexual de la víctima son los más repetidos (con 513 casos), seguidos de los delitos racistas (475 casos), aquellos dirigidos contra los discapacitados (199), por creencias religiosas (63 casos) y actitudes antisemitas (24 casos). Finalmente, se registraron 11 delitos de aporofobia, o acciones contra mendigos.

En cuanto a la tipología delictiva, lo que más se repiten son las agresiones de tipo sexual, un total de 308 repartidas en 157 abusos sexuales, 77 agresiones sexuales y 74 agresiones sexuales con penetración. Le siguen las lesiones (179 casos), amenazas (145), vejaciones leves (84), injurias (63), actos racistas y xenófobos en el deporte (58), daños (41) y el resto (407).

En este informe se detalla además que la mayoría de estos delitos de odio se producen en el interior de las viviendas, que el 54% de las víctimas son de nacionalidad española y mujeres y que el 25% son menores de edad. Según ha dicho el ministro, dos de cada tres delitos de este tipo son esclarecidos por las autoridades al tiempo que ha hecho especial hincapié en la importancia de que las víctimas denuncien.

Preguntado acerca de si se ha detectado un cambio en los delitos en el ámbito del deporte tras la muerte del hincha del Deportivo de la Coruña, el ministro ha asegurado que no se ha dado un incremento, mientras que sí se ha extendido una mayor sensibilización contra la violencia en los estadios, algo que considera "positivo". 

Los delitos de odio se distribuyen en estas seis categorías siguiendo una clasificación internacional establecida por la Agencia Europea de Derechos Humanos, según ha explicado Fernández Díaz, quien ha matizado que algunas de las conductas registradas en este informe tan sólo son consideradas faltas administrativas en las leyes españolas, aunque se les llame delito en el estudio. El ministro ha adelantado que para el año que viene se contabilizarán también los delitos relacionados con violencia de género y los delitos de motivación ideológica.

En cuanto a la separación de los delitos de antisemitismo del resto de delitos por motivos religiosos, el ministro ha recordado que las acciones contra los judíos están tipificadas como tal en el Código Penal y no responden sólo a cuestiones religiosas, sino también a una motivación racista. Preguntado acerca de un posible incremento de la amenaza yihadista contra intereses judíos en España, el ministro se ha limitado asegurar que su departamento está en constante comunicación con los representantes de la comunidad hebrea. 

Los datos presentados en este informe reflejan un incremento del 9,6% de los delitos de odio  respecto a 2013, si bien el ministro ha explicado que este aumento "se debe a que, por primera vez, se han integrado los resultados de todas las policías autonómicas". Ha insistido en que Interior no ha detectado un repunte en los casos. 

Por comunidades autónomas son Andalucía, Cataluña, Valencia y el País Vasco las que están a la cabeza, si bien Fernández Díaz ha recordado que son las más pobladas. 

El ministro ha expuesto dos líneas básicas para erradicar estas "cifras negras" : la formación policial, que los agentes estén "mejor preparados para calificar e identificar dónde hay un delito de odio". Para ello cuentan con un protocolo de actuación desde diciembre. La segunda línea pasa por sensibilizar a la población.