El bombero sevillano Miguel Ángel Carranco Sancho batallaba ayer por la tarde con las autoridades marroquíes para que le permitieran a él y al resto de grupo de espeleosocorristas desplazados hasta la localidad marroquí de Ouarzazate participar de manera activa en el rescate del cuerpo sin vida del chiclanero Gustavo Virués y de sus dos compañeros de aventuras, José AntonioMartínez y Juan Bolívar.

Desde allí pedían a este medio que intercediera con las autoridades españolas para que les dieran permiso para poner manos a la obra. “Si nos dejan participar, garantizamos que esta noche o mañana a primera hora, los tres espeleólogos están montados en el helicóptero y rumbo a España”. Carranco, que acudió a Marruecos de manera voluntaria, se mostraba indignado por el hecho de que veía caer la noche y “el personal de la Gendarmería marroquí es escaso y con muy pocos medios”.

Y esto lo decía cuando aún se desconocía que otro de los espeleólogos, el inspector jefe de la Policía Nacional José Antonio Martínez, también de 41 años como Virués, había fallecido tras no superar la gravedad de sus heridas, y que el tercero de ellos, Juan Bolívar, el ya único superviviente, había sido por fin rescatado.    Martínez sufría una contusión en la cabeza y una fractura en la pierna. 

A su vez, el bombero sevillano confirmó telefónicamente desde Ouarzazate, la localidad más cercana al lugar en el que han sido hallados los tres montañeros, que han visto llegar  un  equipo español formado por cuatro especialistas del servicios de montaña de la Guardia Civil y tres especialistas de los GEO de la Policía Nacional. Lo peor es que no iban a poder actuar hasta la mañana de este lunes. “Han procedido a un reconocimiento de la situación y prevén proceder al rescate a primera hora de la mañana del lunes”, previsiblemente alrededor de las 6.00 hora local (7.00 horas en España), según fuentes diplomáticas. 

Hasta ayer a mediodía no se confirmó la noticia de que de los tres aventureros, el primer fallecido era el abogado gaditano Gustavo Carlos Virués. En aquel momento, los otros dos, José Antonio Martínez y Juan Bolívar,  se encontraban heridos, aunque ya habían recibido primeros auxilios. 

El ministro expresó su “más sentido” pésame a la familia y compañeros de Gustavo Virués, según publicó la cuenta oficial de Twitter del Ministerio del Interior. 

 El ya único superviviente continuó anoche atrapado en la localidad de Tarmest, en la comuna rural de Iminulauén, provincia de Ouarzazate, en el sur de Marruecos hasta poco antes de las nueve de la noche, hora española.

El propio presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy,  se mostró ayer, antes de conocer la muerte de Martínez, “conmovido” por el fallecimiento en Marruecos del espeleólogo de Chiclana y trasladó su “sentido pésame” a su familia. 

Por su parte, la alcaldesa de Cádiz, la ‘popular’ Teófila Martínez, también lamentaba en un comunicado este domingo la muerte de Virués y se puso a disposición de su familia y del alcalde chiclanero, Ernesto Marín. 

De la misma manera y en términos similares se expresaba ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, en contacto directo en todo momento con la zona del rescate. “Estamos trabajando para agilizar al máximo las labores de repatriación de los tres espeleólogos, una vez que sean rescatados del lugar en el que anoche aún permanecían”.

El bombero sevillano Miguel Ángel Carranco describía que el lugar en el que aún yace el cuerpo de Virués se caracteriza por sus grandes desniveles que pueden llegar hasta los 250 metros y por las bajas temperaturas que se alcanzan al llegar la noche, que pueden bajar hasta los diez grados bajo cero. 

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Chiclana ha decretado para hoy un día de luto oficial por la muerte del citado espeleólogo, natural del municipio.

El alcalde, Ernesto Marín, en contacto permanente tanto con los padres y la esposa del malogrado chiclanero ha lamentado la pérdida y ha dado sus condolencias a una familia muy querida en la localidad. “Todos estamos consternados con un triste suceso que ha conmocionado a Chiclana, donde él y su familia son muy conocidos”.

Los tres españoles viajaron hasta Marruecos en un grupo organizado procedente de Sevilla y compuesto por nueve personas, y estaban preparados técnica y físicamente para afrontar la expedición.

Éstos se separaron del grupo hace ahora una semana. Tras perderse contacto con ellos, el jefe de la expedición presentó la denuncia el miércoles ante la Gendarmería marroquí.