La intensa lluvia y el frío no acallaron las voces de quienes reclaman que La Almoraima amplíe su abanico de usos para paliar el fuerte desempleo que arrastra el municipio de Castellar y los circundantes. Unas 250 personas, según la estimación de este periódico, convocadas por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) y la Plataforma Social del Campo de Gibraltar, marcharon ayer por la mañana por el entorno del latifundio estatal para exigir al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que ponga en carga los valiosos recursos naturales de la finca para generar jornales con los que paliar el paro.

Ambos colectivos aprobaron en una asamblea celebrada tras la manifestación un plan de trabajo que remitirán al ministerio que titula Isabel García Tejerina como respuesta a lo que han venido calificando como un abandono premeditado de los terrenos, donde a duras penas se llega a los cuarenta trabajadores fijos y una treintena de eventuales para la campaña del corcho. "Hay que dar un ultimátum al Gobierno. No puede jugar con una finca como ésta, con 14.113 hectáreas mientras que en la zona hay un 45% de paro", remachó Diego Cañamero, secretario general del SAT y presente en la marcha.

Para Cañamero, la finca debe pasar al patrimonio de los andaluces y ser gestionada por los municipios que la integran, los grupos ecologistas y asociaciones para aprovechar al máximo sus recursos agrícolas, ganaderos, forestales y turísticos. "Tiene muchas posibilidades, siempre desde el punto de vista de la sostenibilidad y la creación de empleo", apuntó.

Los manifestantes se concentraron en el polígono industrial de Castellar, situado muy cerca del patio de corcho de La Almoraima y frente al acceso al hotel de la Casa Convento. Las malas condiciones meteorológicas obligaron a que la marcha se acortara.