Provincia de Cádiz

La pesadilla de trabajar y no cobrar

  • Más de 130 trabajadores del Ayuntamiento de Puerto Serrano acuden cada día a trabajar teniendo a sus espaldas el impago de seis nóminas La institución municipal pide ayuda

La fachada de la residencia de ancianos en Puerto Serrano exhibe un grito de desesperación en forma de pancarta: "Llevamos seis nóminas atrasadas más dos pagas extras. Queremos un solución ya". La leyenda resume los muchos meses de frustración que llevan encima los 130 trabajadores del Ayuntamiento de Puerto Serrano, que religiosamente acuden cada día a su puesto de trabajo pese a no cobrar su salario.

"Estamos hundidos. Esto nos afecta ya a nivel familiar, emocional. No podemos hacer una compra de comida ni pagar la hipoteca. Si fueran una o dos nóminas siempre hay alguien que te puede echar una mano, pero cuando se te acumulan ocho sueldos sin cobrar es insostenible". Así lo cuenta María Rosa Palmero, una de las trabajadoras de la residencia de mayores, de titularidad municipal, mientras se afana en atender a uno de los 27 mayores a los que prestan servicios. En estas dependencias trabajan 17 empleados municipales a los que el Ayuntamiento les debe una media de seis nóminas más dos pagas extras. Y son el reflejo de la impotencia acumulada de decenas de compañeros que sufren los problemas económicos del Consistorio polichero, cuyo alcalde, Francisco Javier Galvín (IU), protagoniza desde hace una semana un encierro para pedir ayuda financiera a las administraciones superiores. Lo último que han cobrado todos los trabajadores es el 50% de la nómina del mes de junio.

A Paco García, otro trabajador, se le congela la sonrisa cuando habla de los apuros que están pasando la mayoría de compañeros. Operario en el cementerio municipal y delegado sindical de UGT, cuenta cómo hay matrimonios afectados, que trabajan para el Consistorio, y tienen que llegar a acuerdos con el banco para que les adelante algún dinero para poder tirar hacia adelante. Y cuántos apuros económicos están atravesando, por ejemplo, las 35 trabajadoras de la ayuda a la dependencia con contratos de varias horas.

ables con quien hables, los dramas personales se suceden. Hay, incluso, empleados que han tocado fondo ante esta situación y están de baja por depresión. "La gente está desmotivada. Llevamos ocho meses así. Todos quieren hacer bien su trabajo pero piensan que en su casa está el plato vacío y te vienes abajo emocionalmente", dice este hombre.

Rosa, que lleva nueve años trabajando en la residencia como enfermera, no recuerda unos momentos tan duros como estos en el Ayuntamiento polichero. "Hace tres o cuatros años comenzamos a tener retrasos en el pago de las nóminas, pero en 2014 la caída ha sido en picado". Así, ella escenifica que de la poca liquidez que le entra al Ayuntamiento dependen las familias. "Dependemos para subsistir de lo que llega a cuenta gotas. Cuando hay ingresos, cobramos", añade. Afirman los afectados que han llegado a cobrar una nómina hasta en cuatro veces. Con este panorama, los trabajadores 'rezan' para que no les quiten las casas por no llegar a pagar los recibos de las hipotecas o que les corten la luz. Parece ser que no se ha dado el caso pues la Tesorería del Consistorio intenta anticipar primero el dinero a aquellos trabajadores que están al borde de sus posibilidades.

"Vemos un futuro muy negro. Unos Reyes Magos de carbón para todos", dicen en la residencia de ancianos sus trabajadoras, disimulando su tristeza ante los abuelos, a los que asisten como cada día.

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