Provincia de Cádiz

"Sólo tienen claro el maltrato físico"

  • Las charlas sobre violencia hacia la mujer en colegios demuestran la necesidad de que los jóvenes sepan ver sus primeros indicadores como el control o los celos

"Te dicen que no pasa nada si les piden las claves del Facebook a su novia, si le piden que le manden las fotos de cómo va vestida, que si le cogen el móvil es confianza, y ellas también lo ven así". Es la experiencia de Auxiliadora Jiménez, de la asociación de mujeres Igualmente de Chiclana, que está realizando una campaña en centros de salud y centros educativos para identificar y prevenir los tipos de violencia que se ejerce sobre la mujer. Para ella, las actitudes que se encuentra entre los hombres y mujeres más jóvenes son a veces "impactantes y desconcertantes". "Lo ven todo normal, el control en las relaciones no lo ven como un tipo de maltrato y cuando le empiezo a contar la situación incluso me dicen que lo que les estoy contando ya no existe, que yo estoy muy antigua", explica con sorpresa.

Los datos están ahí. Hasta final de septiembre 2.615 mujeres de la provincia están activas en el Sistema de Seguimiento Integral de Violencia de Género del Gobierno. De ellas 760 son menores de 20 años, 26 menores de edad; el año pasado eran 21 de entre 14 y 17 años de edad. El Instituto Andaluz de la Mujer de la Junta de Andalucía ha atendido en la provincia seis casos de violencia de género en menores, una de las chicas tenía 15 años, otras 16 y dos de ellas, 17 años. No es la edad más representativa, que es de 30 a 45 años, pero el ascenso notado por las distintas administraciones en los últimos años ha hecho que hayan decidido ponerse manos a la obra para luchar contra el maltrato desde la raíz, desde la edad más temprana posible.

Esta última semana, con motivo de la próxima celebración del Día Mundial de la Violencia de Género, las administraciones han informado de las últimas estadísticas "preocupantes" -en palabras del subdelegado del Gobierno en la provincia, Javier de Torre- y han destacado los distintos programas de prevención dirigidos a la población más joven, donde las iniciativas en los colegios resultan interesantes. Las distintas fuerzas de seguridad, el IAM, asociaciones o administraciones como ayuntamientos o la Diputación llevan un tiempo realizando estas actividades. El Gobierno también firmó un acuerdo en este sentido con la institución provincial el pasado jueves. "Las charlas, tienen el objetivo de concienciar, formar y educar en la tolerancia y la convivencia, no están dirigidas sólo al alumnado, sino también al personal docente de los centros educativos y las asociaciones de padres y madres", explicaban días atrás la Diputación y la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo. La Junta presentó en octubre la campaña 'Sí es amor' dirigida especialmente a este público.

No hay tiempo que perder. Las actividades en los colegios están demostrando la necesidad de que los niños y niñas sepan identificar qué es la violencia de género, "que identifiquen los primeros indicadores de violencia", afirma Alicia Gómez, jefa de la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer de la Subdelegación del Gobierno. Como policía, también imparte estas actividades que cada vez piden más los centros. "Cuando les enseñamos las formas de control vemos como muchos de ellos se identifican. El 'no te pongas esa falda', el 'no agregues a tal persona a tu red social'...". Los talleres lo hacen de una forma muy didáctica especialmente para ellos, con una guía donde se le intenta mostrar los diferentes tipos de violencia, los indicadores de riesgo, lo que le impide a la mujer presentar denuncias y se explica que no hay perfil, que todos pueden ser víctimas. "El maltrato físico lo tienen muy claro pero a mí me llama mucho la atención por ejemplo cómo ven los celos como una demostración de amor", dice Gómez. Hay que mostrarle el riesgo que trae "el control, el aislamiento o el chantaje emocional".

Y es que en la juventud se tiene arraigado el mito del amor romántico de películas como 'Tres metros sobre el cielo' o 'Crepúsculo', que ponen de ejemplo en las talleres, un mito que, coincidían desde Igualmente, los adolescentes ven como normal. "Dicen que viven en un mundo igualitario, que la violencia es por el alcohol y las drogas, que la mujer tiene las mismas oportunidades y no tiene que demostrar el doble para alcanzar la misma meta. Viven en un espejismo, porque al final, me cuentan profesores, lo que la mayoría de las chicas quiere es ser madres y tener hijos", afirma Auxiliadora Jiménez.

Los datos están ahí. "No existe ningún perfil de la violencia de género, no hay edad, no hay nivel educativo, no hay ciudad", dice Alicia Gómez. Hasta julio de este año 1.881 mujeres han presentado denuncia por violencia machista en la provincia y se han incoado 438 órdenes de protección en una provincia donde han muerto dos mujeres en 2014 por esta lacra. Los mismos datos del Sistema de Seguimiento Integral dicen que hasta septiembre de este año, 929 mujeres cuentan con protección policial, que 14 cuentan con dispositivos electrónicos de seguimiento y 280 hombres cumplen condenas en centros penitenciarios de la provincia por violencia de género.

Parece claro que aunque cada vez se le pongan más trabas al agresor y servicios a la víctima, aún hay mucho trabajo por hacer, soluciones que buscar y que empezar por los más jóvenes se presenta clave. "La solución está en empoderar a las mujeres, para que no sean sumisas, para que desarrollen su proyecto de vida. A ellos educarlos en una nueva masculinidad donde no usen la violencia para demostrar su hombría, donde sean más corresponsables y tolerantes", consideran desde Igualmente. "Pero hay mucho por hacer, que no recorten las instituciones, porque todo nuestro trabajo para erradicar la desigualdad nos lo echa por tierra la televisión en dos segundos".

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