La compañía eléctrica Iberdrola ha dado el primer paso en firme de su nuevo proyecto de energía eólica marina vinculado a la factoría de Navantia en Puerto Real. Ayer, en un comunicado, la firma energética anunciaba que ha iniciado las pruebas para examinar el comportamiento de los pilotes que se utilizarán en la construcción del parque alemán de Wikinger, tras culminar con éxito los estudios geotécnicos realizados en el mar Báltico. La compañía española explicó además que el grupo alemán de ingeniería y servicios Bilfinger, junto a varios contratistas con experiencia en la materia, es el encargado de llevar a cabo una operación pionera, que permitirá optimizar el diseño de las cimentaciones de la eólica marina.

Este paso no hace confirmar los propósitos de ambas partes de iniciar los trabajos en la factoría puertorrealeña lo antes posible. De hecho, según pudo conocer ayer este periódico, en el seno del astillero puertorrealeño se da por hecho de que la firma del contrato entre Navantia e Iberdrola podría producirse dentro de la primera quincena de este mes de octubre. De hecho, la compañía española de construcción naval habría ordenado ya la adquisición del material y los equipos necesarios para acometer estos trabajos.

No obstante, tanto fuentes de Iberdrola como de Navantia aseguraron ayer que, más allá de la buena marcha del proyecto en sus inicios, no existe aún una fecha concreta para la firma del contrato. Pese a ello, ambas coincidieron en afirmar que debe producirse pronto, por cuanto el inicio del trabajo en Puerto Real debe arrancar este otoño.

Iberdrola, en su comunicado de ayer, recordaba que se encuentra "en estos momentos en la fase final de la negociación de los contratos con los proveedores para el suministro de los cables, cimentaciones, plataformas, subestación offshore y aerogeneradores del parque, tras un transparente y exhaustivo proceso de licitación". Uno de estos contratos, añadía la eléctrica en su comunicado, "ha sido adjudicado recientemente, por un valor de cerca de 70 millones de euros, a los astilleros de Navantia en Puerto Real, que ha sido seleccionado como proveedor preferente de las estructuras metálicas de Wikinger".

De hecho, el dique puertorrealeño se encargará de construir la subestación eléctrica que dará energía al campo eólico marino, mientras que el astillero de Ferrol se encargaría de construir los jackets que irían sobre la superficie marina.

Acerca de la prueba llevada a cabo por esta compañía, Iberdrola explicó ayer que los pilotes de este tipo de estructuras offshore "están sometidas a cargas estáticas, dinámicas y cíclicas especialmente características. Los estudios van a permitir constatar el cumplimiento de los requisitos técnicos establecidos por el Bundesamt Für Seeschifffahrt Und Hydrographie (BSH), la autoridad alemana de navegación".

Para realizar esta operación, nueve pilotes, fabricados por Bilfinger MCE en su factoría de Aschersleben en Alemania, Iberdrola detalló que "están siendo instalados en el lecho marino del emplazamiento seleccionado para este parque eólico offshore". Las pruebas también incluyen una evaluación del comportamiento de sistemas de mitigación de ruido.

Los resultados de los trabajos, indicó la compañía energética, "serán de gran utilidad de cara a determinar las soluciones de ingeniería del proyecto, optimizar el diseño, fabricación e instalación de las cimentaciones".

Esta es la primera vez que los astilleros gaditanos ponen en marcha un proyecto vinculado a la energía eólica marina.