La Junta de Andalucía, por medio de su consejera de Fomento, Elena Cortés (IU), manifestó ayer su postura respecto al anunciado desdoble, por parte del Ministerio de Fomento, de la N-IV. Cortés consideró que el levantamiento del peaje en la AP-4, que une Cádiz con Sevilla, sería una medida "más eficaz y rápida" que las obras en la vía paralela a la autopista.

La intervención, incluida por Ana Pastor en los Presupuestos Generales del Estado para 2015, a juicio de la consejera, "no parece muy racional y eficiente, hablando de los costes externos". Elena Cortés recordó en rueda de prensa, tras la reunión del Consejo de Gobierno, que el Ejecutivo Central sondea la creación de una empresa pública para rescatar autopistas privadas y que sean gestionadas por el Estado. La titular de la Fomento y Vivienda enfatizó que el Ministerio atiende con facilidad a los "números rojos" que plantean las grandes constructoras.

El proyecto de desdoble de la N-IV tiene su origen en 2004 y es una reivindicación histórica para la comarca del Bajo Guadalquivir. Con Aznar como presidente del Gobierno, la concesión de la red viaria entre Cádiz y Sevilla, que acababa en 2006, se prorrogó trece años más, hasta 2019. Además, el Gobierno de Zapatero, anteriormente, se había comprometido a hacer una vía paralela a la autopista para que Cádiz dejara de ser la única capital andaluza sin conexión a Sevilla por una autovía gratuita.

Cortés también precisó que suprimir el peaje "mejoraría sustancialmente la seguridad y movilidad de los ciudadanos y de los municipios que afecta".

La "cuantía económica" que incluirán los presupuestos estatales de 2015 permitirán empezar unas obras que pretenden mejorar el tráfico rodado tanto de turismos como de camiones. Para estos últimos, la ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció que iba a negociar una reducción del 50% del importe del peaje.