El Ayuntamiento de Jerez ha quedado finalmente exonerado de cualquier tipo de responsabilidad civil por el caso del 'crimen del botellódromo'. La defensa de la familia de la víctima, ejercida por el letrado Alfredo Velloso, pidió responsabilidades civiles al Consistorio después de que un joven de 16 años falleciera el 22 de julio de 2012 de varias puñaladas en el transcurso de una pelea entre jóvenes, la cual fue juzgada por la Audiencia Provincial (Sección Octava, con sede en Jerez) y posteriormente por la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que tiene su sede en Granada capital.

Dicha solicitud de indemnización ascendía, según apuntó en su momento el abogado de la familia, a 250.000 euros que deberían haber sido pagados de forma solidaria por el condenado así como por el Ayuntamiento de Jerez, que fue criticado en su momento por "tardar en exceso en aportar las documentaciones que se le han requerido acerca del 'botellódromo, sus condiciones y su vigilancia por parte de efectivos de la Policía Local".

Ya fue la Sección Octava de la Audiencia Provincial la primera en condenar los hechos, exonerando de cargos a uno de los acusados y condenando a siete años al autor material de los hechos (no se probó en ningún momento que el otro acusado le facilitase arma alguna).

Posteriormente le llegó el turno al recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. El fallo fue igualmente concluyente. Se rebajó levemente la pena al condenado, se exoneró de culpa a quien se decía que era su colaborador e igualmente se consintió en que se pagasen indemnizaciones a los familiares directos de la víctimas, pero todas a cargo del homicida. El Alto Tribunal andaluz fijó que el condenado por tales y tan luctuosos hechos deberá abonar a los familiares de la víctima 120.000 euros para la madre y 80.000 para los hermanos y rechazó que tenga que afrontarla, de manera solidaria, el Ayuntamiento. La única opción que le restaba a la familia era recurrir el fallo del Alto Tribunal andaluz al Tribunal Supremo de la nación, pero las posibilidades de éxito eran realmente mínimas, más bien nulas, vistos los antecedentes de la causa, tanto los resultados que reportó el juicio ante la Audiencia Provincial como los del TSJA, que prácticamente vinieron a afinar de forma mínima la sentencia.