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Provincia de Cádiz

La Policía "mendiga" mascarillas para atender a los inmigrantes

  • El SUP advierte del riesgo que corren los agentes ante una avalancha "que ha cogido desprevenida a la DGP"

Otro grupo de 25 inmigrantes subsaharianos se sumó ayer al grupo de mujeres llegado a Jerez el pasado lunes para desmasificar los servicios de atención de la localidad de Tarifa, que se ha visto con 1.300 personas que atender en apenas unos días tras una brutal avalancha de pateras.

Los hombres durmieron en la comisaría, concretamente en la zona de los calabozos, a la espera de su traslado a centros de confinamiento o domicilios tutelados. Todos ellos fueron reseñados y filiados, labor policial que consiste en la toma de sus datos personales, nacionalidad y huellas dactilares para que, de esta forma, queden perfectamente identificados.

Según el Sindicato Unificado de Policía (SUP) los hombres pernoctaron en el recinto de calabozos de la comisaría "en condiciones de hacinamiento, compartiendo 10 colchonetas entre 25 personas". Pese a todo, el secretario provincial de este sindicato, Francisco Camacho, destacó que el sistema español con los inmigrantes "es muy garantista. Los tratamos muy bien. Intentamos que no les falte de nada. Pero es que a los que les faltan medios es precisamente a los policías".

El SUP reconoció ayer en rueda de prensa que la avalancha ha cogido desprevenida a la Dirección General de la Policía que ha sido incapaz de poner en manos de los policías los medios materiales profilácticos necesarios para evitar cualquier tipo de contagio.

La denuncia más grave del sindicato hizo referencia al hecho de que "se han tenido que mendigar mascarillas por los centros sanitarios para que los agentes pudieran disponer al menos de esta protección".

Igualmente, los sindicalistas del Cuerpo Nacional de Policía destacaron que cuando alguno de los inmigrantes se siente enfermo -"normalmente con vómitos o trastornos digestivos"- se les traslada al centro sanitario más próximo. "Esto ha provocado que muchos ciudadanos se hayan sentido muy preocupados al ver aparecer a un inmigrante subsahariano acompañado de un agente que porta mascarilla y guantes. Hay temor".

Dicho temor no ha prendido tan sólo entre los ciudadanos, también entre los propios agentes policiales. "Somos policías, es cierto, pero cuando acabamos nuestra jornada laboral nos convertimos en vecinos, padres... Nuestra seguridad es mínima", apuntó Francisco Camacho.

Según dijo, los medios recibidos en la provincia se han limitado a 1.500 mascarillas desechables (un solo uso) y 500 con filtros de carbono. "Hasta el día 10 no se repartió dicho material", señaló Camacho, quien no dudó en señalar que, a su juicio, "la Dirección General de la Policía (DGP) está infravalorando los riesgos de contagio, no sólo del ébola sino de otras enfermedades que aquí tenemos prácticamente controladas y se pueden propagar de nuevo". Han recibido trípticos en los que la DGP les informa de los riesgos y de las vías de contagio del ébola, pero eso no les tranquiliza, máxime cuando, aseguran, reciben mensajes discordantes según vengan de los responsables policiales o de los médicos que atienden a los inmigrantes. "Unos nos dicen que cuando llegan a las comisarías Cruz Roja ya les ha hecho un chequeo. Los médicos no creen que sea suficiente. Y cuando un agente va con uno de ellos y el agente lleva puesta su mascarilla y sus guantes hay doctores que dicen abiertamente que quien debería llevar la mascarilla es el inmigrante y no el agente. Todo eso crea preocupación. Hay preocupación. Sería algo muy lamentable que un agente enfermara porque no ha podido disponer de una simple mascarilla".

Los temores de los agentes de Policía son tales que "hay incluso profesionales que no han dudado en comprarse trajes blancos de protección con dinero de su propio bolsillo". Consciente de que los temores de los agentes pueden ser considerados exagerados por algunas personas, Francisco Camacho, secretario provincial del SUP, no dudó en señalar ayer que "un dato importante es el siguiente.

La propia Organización Mundial de la Salud considera que la epidemia está fuera de control". Pese a todo comparten que el riesgo, aunque real, es mínimo, ya que "la mayor parte de las personas que llegan a España han estado antes en Marruecos durante meses. E incluso ya estaban allí cuando el ébola se declaró".

Según los datos aportados por la central policial SUP, a día de ayer la comisaría de Cádiz había recibido 4 remesas de 25 inmigrantes cada una de ellas; San Fernando otras dos remesas, Jerez dos y El Puerto 2. En total, un cuarto de millar de personas que llegaron a las costas españolas en la oleada de pateras de la pasada semana. Según los datos aportados, una vez que se busque alojamiento a los recién llegados otra partida de inmigrantes vendrá a la ciudad. Lo cierto es que a estas alturas prácticamente dos tercios de los subsaharianos que estuvieron confinados en Tarifa ya han sido remitidos a distintos enclaves nacionales.

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