Movilidad laboral

Más de 17.000 gaditanos se van fuera a trabajar en sólo cinco meses

  • Entre enero y mayo de este año, la movilidad laboral en Cádiz ha crecido un 28% con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se vivió un receso.

La endémica situación de desempleo que vive la provincia de Cádiz tiene otras consecuencias, más allá de las que a diario se enfrentan miles de familias gaditanas. Muchos, optan o no tienen más remedio, que abandonar su tierra y probar fortuna más allá de sus fronteras. Este ha sido el caso de 17.127 gaditanos que, entre los meses de enero y mayo de este año, dieron ese paso.

Son los datos que publica cada mes el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE) y, más allá de la cifra, supone un antes y un después en la evolución de esta estadística. Y es que, en los mismos meses del año anterior, en 2013, los que decidieron dejar Cádiz para trabajar en otra provincia o en otro país fueron "tan sólo" 13.288. Esto supone un incremento del 28,8% este año. Y todo pese a que, en los últimos meses, las cifras de paro registrado ha ido decreciendo gracias a los contratos de carácter temporal que deja el verano.

El caso es que, si se compara el periodo enero-mayo con el de 2013, los emigrantes gaditanos incluso habían sido menos que en esos mismos meses de 2012, cuando llegaron a los 13.529. También es destacable el hecho de que, mes a mes, Cádiz haya sido la primera o, al menos entre ellas, de toda España en saldo migratorio negativo siempre con carácter laboral.

Tan sólo atendiendo a los datos cerrados del primer trimestre de este año (enero marzo), los datos indican (en función del número de contratos) que permanecieron en su puesto un total de 95.746 trabajadores; llegaron a la provincia 5.547 empleados y se marcharon 16.377. Eso supone un balance negativo de 10.830 personas que decidieron irse a trabajar a otra parte. Además, la tasa de movilidad en la provincia fue en esos tres primeros meses del 10,27%. Lo llamativo es que, en ese primer trimestre, el saldo migratorio de Cádiz fue el más alto de toda España: en ninguna otra provincia se marchó tanta masa trabajadora como en la gaditana.

Más en profundidad, los datos dicen que la mayoría de esos casi 11.000 emigrados fueron trabajadores no cualificados, concretamente 4.673. A continuación, artesanos y trabajadores cualificados de industrias manufactureras, construcción y minería, con 1.938 personas que dejaron Cádiz; le siguen los trabajadores de servicios de restauración, personales, protección y vendedores de comercio, con 1.545 emigrados; después, 803 técnicos y profesionales científicos e intelectuales dejaron la provincia; otros 573 trabajadores cualificados en la agricultura y en la pesca hicieron lo mismo; al igual que los 518 empleados de tipo administrativo; los 457 técnicos y profesionales de apoyo; o los 318 operadores de instalaciones y maquinaria y montadores. Llama la atención que, del total, sólo buscaran trabajo fuera de la provincia 7 trabajadores con cargos de dirección de empresa y de las administraciones públicas.

Hace solo unos días, Randstad, empresa líder en soluciones de recursos humanos, analizaba precisamente estos datos de migración interprovincial recogidos en el SEPE, correspondientes al primer trimestre, desde 2010 hasta 2014. El objetivo era conocer la movilidad de los trabajadores, y su relación con el acceso al mercado laboral, independientemente del contrato que firmen, ya que este análisis incluye todos los modelos de contratación.

Según el periodo observado, Randstad detecta que Andalucía es la segunda comunidad autónoma más receptora de trabajadores. La movilidad laboral en la región provocó que entrasen 123.436 trabajadores por los 115.905, lo que arroja un saldo1 positivo superior a los 7.500 profesionales. Esta cifra sitúa a Andalucía en segunda posición, sólo por detrás de Madrid, cuyo saldo es de 37.532.

Le siguen Murcia, con 4.146, y País Vasco, con 2.624. Completan esta clasificación Baleares (1.651) y Navarra (1.492). En el lado opuesto, destacan los datos de Castilla La Mancha, que refleja un saldo negativo de -16.443 profesionales; Castilla y León, -7.469; y Aragón, -6.569.

El informe de Randstad pone de manifiesto que existen provincias que se consideran receptoras de trabajadores. Esto viene determinado porque entran más trabajadores a desarrollar su actividad en otra provincia de los que salen. En esta línea, Jaén, con un saldo de 16.939; y Barcelona, 11.935, son las dos provincias, junto a Madrid, que se sitúan por encima de la barrera de los 10.000. A poca distancia se sitúa Huelva, con 9.795.

Por su parte, como provincias más emisoras se posicionan Cádiz, Sevilla, Toledo, Zaragoza y Lleida, todas ellas con una diferencia negativa superior a los 5.000 trabajadores, que han emigrado a otras provincias para acceder al empleo.

Asimismo, el informe Randstad destaca que el primer trimestre de 2014 registra la tasa de movilidad más alta desde 2010, que se sitúa en el 12,48%. Esta tasa se obtiene de la relación entre los contratos que implican movilidad a otra provincia y el número total de contratos firmados.

En el caso de Andalucía, Almería es la provincia con la tasa de movilidad más elevada, con un 16,4%. Le siguen Huelva y Jaén, que se sitúan en torno al 13%. Sevilla, por su parte, alcanza el 12,3%. Cádiz y Málaga son las provincias con la movilidad más baja de la región, con un 10%.

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