"El modelo productivo de la provincia es insuficiente para afrontar la creación de empleo. Ya sea en las épocas buenas de desarrollo económico como en las malas, la provincia de Cádiz siempre tiene una tasa de desempleo diez puntos por encima del resto del país, y todo por culpa de un importante déficit estructural. Ante esta situación, desde que estoy al frente de la Zona Franca me he preguntado qué podemos hacer nosotros para lograr un cambio en este modelo y, por ello, cómo conseguir que el desarrollo económico de la provincia sea el adecuado y el suficiente para conseguir una notable reducción en las tasas de desempleo".

La reflexión es de Jorge Ramos, delegado del Estado de la Zona Franca de Cádiz. Y la respuesta, o por lo menos una parte de ella, está en la nueva orden de reindustrialización que será publicada por el Gobierno tras la Semana Santa y que supondrá una importante inyección de dinero que el Consorcio utilizará para intentar llevar a buen puerto su plan de actuación. Inicialmente serán 200 millones de euros a 5 años sobre los que ya se está trabajando en las prioridades previstas para la primera anualidad.

Buena parte de este dinero se va a destinar a convertir a la provincia en "un referente esencial de la distribución logística mundial", atendiendo a la buena situación geoestratégica de la provincia y la existencia de tres pilares con gran potencial, como la Bahía de Cádiz, la Bahía de Algeciras y el Marco de Jerez.

"En estos años se ha mejorado de forma sustancial la red de comunicación, aunque es cierto que todavía quedan algunos proyectos por concluir. Y esta red es fundamental de cara a mejorar la red logística", destaca Ramos que considera esencial, también, que además de puerto de entrada, la provincia se convierta también en productora de las materias a transportar. Y aquí entra en juego el Consorcio de la Zona Franca.

Hasta ahora, más allá de algunos polígonos que se han ido poniendo en marcha en varios puntos de la provincia en los últimos años, el Consorcio limita su recinto fiscal a su espacio original en Cádiz capital, donde se disponen de 330.000 metros cuadrados con capacidad de crecer otros 142.000 metros si concluyen con éxito las negociaciones con Altadis. Sin embargo, el recinto fiscal seguiría por debajo del medio millón, insuficientes para ofertar un proyecto de calado. No cabe olvidar que en la Zona Franca de Vigo el grupo francés Citroën dispone de 700.000 metros cuadrados de suelo.

Con estas limitaciones en la capital, y apoyado de los fondos de industrialización, la Zona Franca prepara ya su expansión, como suelo fiscal, fuera de su ciudad natal. La Línea, Algeciras, Los Barrios y Jerez son los objetivos sobre los que ya se está trabajando y que, en los primeros casos, se estarán cerrando a lo largo de este mismo año. En conjunto el suelo fiscal en manos del Consorcio podría quedarse en 1,3 millones de metros cuadrados, cuatro veces más que el actual.

Junto a la operación en Cádiz, de la que ya se informó en la edición de este periódico del pasado martes, se trabaja ya en actuaciones en Jerez de la Frontera, en la Dehesa de Siles y con 250.000 metros cuadrados de suelo disponible; Algeciras dispondrá de una cifra similar junto al Cortijo Real, aunque el recinto fiscal quedaría limitado a unos 115.000 metros cuadrados donde es necesaria una modificación del plan parcial de este suelo. En Los Barrios se trabaja en coordinación con la Junta a través de la Red Logística de Andalucía, en la zona de Los Fresnos, con unos 80.000 metros cuadrados. Menos adelantado está el plan de expansión en La Línea.

Este último proyecto ha sido específicamente pedido por la propia administración central, ya que lo considera como una cuestión de Estado, tanto para dinamizar una zona deprimida como para dar respuesta al enganche económico de Gibraltar, que tiene importantes ventajas fiscales y aduaneras para las empresas de las que hoy adolece La Línea. Aquí se habla de una extensión de suelo que podría llegar a los 70.000 metros cuadrados.

"En todas estas localidades hay diversidad de partidos políticos en el poder. Con todos ellos nos sentamos sin ningún problema. Yo hablo directamente con los alcaldes, sean quienes sean, sencillamente porque nosotros, como Zona Franca, queremos ser útiles. No pretendemos que nos regalen el suelo sino lograr acuerdos que beneficien a todos y que nos permitan ponerlos a disposición de los empresarios que, al final, son los que deben desarrollar las proyectos para crear empleo", concluye el delegado del Estado en la Zona Franca.