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Provincia de Cádiz

Un herido grave por una fuerte cornada en el abdomen en Arcos

  • Tiene 45 años y tuvo que ser trasladado al hospital de Jerez tras de ser alcanzado por el primer toro Localidades como Vejer, Paterna o Benamahoma también vivieron su fiesta

La lluvia condicionó ayer la suelta de los Toros del Aleluya en la Sierra, que dejó varios heridos, entre ellos, uno grave por cornada y otro leve, en Arcos, que tuvieron que ser trasladados hasta los hospitales de Jerez y Villamartín. También, en Arcos, la Cruz Roja trasladó, hasta el hospital de Jerez, a una joven de 25 años aquejada de dolores en las costillas tras caer de un vallado.

La primera suelta en Arcos dejó como balance la cogida de un hombre, de 45 años de edad, vecino del pueblo, que fue corneado en el abdomen por el primero de los morlacos que salió a la calle. El corredor sufrió heridas, también, en la cabeza por lo que el dispositivo de la Cruz Roja decidió su traslado hasta el hospital de Jerez. El hombre se encontraba en estado grave por las heridas que presentaba. El segundo toro que salió a las calles arcenses dejó otro herido leve. El joven, de unos 34 años de edad, fue zamarreado por el toro, que lo levantó, cayendo éste al suelo y quedando inconsciente. El hombre tuvo, también, que ser trasladado al hospital de Villamartín por prescripción médica.

Pese a ello, la fiesta continuó. Y eso que la climatología no albergaba antes de las doce de la mañana muchas esperanzas para cumplir con el Toro del Aleluya. Un imponente aguacero cayó momentos antes de las doce de la mañana, hora en que el primero de los toros tenía prevista su salida a la calle desde su cajón, en la calle Gomeles. Pero la lluvia dio una tregua al morlaco de más de 500 kilos, de la ganadería Gavira, que al mediodía estrenaba el festejo arcense, dando el juego esperado y cumpliendo con el itinerario previsto de subir y bajar las calles Gomeles, Alta y Corredera. 40 minutos más tarde, el astado sorprendía cogiendo al herido de 45 años, antes mencionado, que fue asistido por el equipo de protección del toro y por los sanitarios del dispositivo móvil de la Cruz Roja.

El segundo toro, de unos 510 kilos, recorría las calles sobre las tres de la tarde, dando, también, el juego esperado por los entusiastas de esta fiesta. Pero, unos diez minutos más tarde sorprendía volteando al corredor de 34 años, que quedó inconsciente en el suelo. Pese a ello, resultó herido leve, según Cruz Roja. Una hora más tarde, el toro volvía a su cajón, terminando así el tradicional Toro del Aleluya, que fue emplazado por la fiesta en la calle. Algunos vecinos recuerdan que la lluvia no empañaba tanto un Domingo de Resurrección, con la suelta de toros, desde hacía unos 35 años.

La lluvia condicionó, de igual manera, la suelta del primero de los toros, al mediodía, en la población de Benamahoma, aunque no hubo que lamentar incidencias. Sobre las seis y media de la tarde, salió a la calle el segundo del lote, tampoco sin complicaciones, salvo un joven que fue atendido de un corte en un pie sin más importancia.

Por su parte, el toro Soberano, de la ganadería de Herederos de Cebada Gago, y con unos 500 kilos de peso, fue el primero en saltar a las calles Real y Alcalá de Paterna de Rivera pasada la una de la madrugada del sábado al Domingo de Resurrección. A su pasó dejó dos contusionados que precisaron su traslado al centro de salud paternero, aunque, según fuentes municipales, no revestían gravedad. Otro joven recibió un varetazo sin mayor incidencia, según explicó el alcalde, Alfonso Caravaca.

La lluvia en la mañana de ayer, pospuso la suelta del primer astado, Frágil, marcado con el número 84 y perteneciente a la ganadería de Torrestrella de las 13:00 horas, a las 18:28 horas, aprovechando un clareo del cielo. Por su parte, a las 19:05 horas se soltaba a Trianero, con el número 35 y perteneciente a la ganadería de los herederos de Cebada Gago. El regidor municipal paternero, exponía que en ninguno de estos astados de ayer hubo heridos, destacando la alta participación ciudadana, tanto en la velada del sábado como a lo largo del domingo.

Por lo que respecta a Vejer, la presencia de la lluvia también hizo aplazar la salida del primero de los astados, de nombre Buharro y de 520 kilos aproximadamente, que salió finalmente pasadas las cinco de la tarde desde la Plazuela, cuando su hora de salida estaba prevista para el medio día. Un cambio que era autorizado por el departamento del delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, Fernando López Gil.

El segundo de los astados, de nombre Jocoso y con un peso aproximado de 490 kilos salió a la hora prevista, las cuatro de tarde, desde la barriada de San Miguel, bajo un aguacero que no restó ni corredores, ni público en la avenida San Miguel, la calle Juan Relinque y la Plazuela.

Dado lo resbaladizo del asfalto, hubo varios resbalones, tanto de los toros como de los corredores, aunque no cogidas de consideración. Los dos únicos heridos de mayor gravedad, se producían por el tumulto del público.

Así, como apuntó el alcalde de Vejer, José Ortiz, el primero de los heridos era una persona que intentaba entrar a la calle San Francisco por el vallado colocado como protección, con el que se golpeó el tobillo, precisando su traslado en ambulancia al hospital de Puerto Real para que le hiciesen una radiografía. El segundo herido, en este caso, evacuado en ambulancia al centro de salud, se producía en la Plazuela, al intentar esa persona protegerse en una de las vallas, perdiendo pie y cayendo al suelo.

En el caso de Paterna, como dispositivo de seguridad se contó en el recorrido con la instalación de una docena de cámaras que grabaron todo el desarrollo del evento. Por su parte, Protección Civil contó con siete efectivos, un furgón y un vehículo todo terreno. La Policía Local contó con cinco miembros y un coche patrulla, además de varios efectivos de la Guardia Civil.

También se pudo contar con una UVI móvil, con su dotación correspondiente, que se situó en las inmediaciones del ambulatorio, justo al lado del recorrido de las reses, en la calle Molinos. Otras dos ambulancias con personal sanitario, se ubicaron en las calles Zarza y Nuestra Señora de la Soledad. Se contó además con los servicios de un novillero y un ayudante de novillero, así como un ayudante de cuerda. En toriles hubo dos personas encargadas de abrir y cerrar la puerta para la salida y entrada de los astados.

En Vejer la fiesta del toro embolao, este año como novedad se amplió la megafonía, pudiéndose escuchar también en las inmediaciones del recorrido. De manera que las personas que se aproximaban a la carrera oficial estaba informada de lo que acontecía en el recorrido y por donde se encontraba el animal. Paralelamente, se celebró la segunda ruta de la tapa de la ternera que resultó al igual que el pasado año un éxito. Esta cita gastronómica estaba organizada por la Delegación de Comercio del Ayuntamiento con la participación de un total de 37 establecimientos hosteleros, que ofertaron una variada oferta culinaria con distintas especialidades de la ternera al precio de 2,50 euros tapa más consumición.

En cuento a seguridad, ayer se contó con un dispositivo sanitario compuesto por cuatro ambulancias convencionales, una UVI móvil y un equipo de atención quirúrgica formado por un cirujano, un anestesista, un médico y cuatro enfermeros.

Por otro lado, se puso en marcha un dispositivo especial de limpieza que comenzó el sábado tras la celebración del toro de los niños, y que facilitó que todo estuviese preparado para el comienzo de la fiesta de ayer. Posteriormente, una vez se encerró el segundo morlaco, los operarios comenzaban la limpieza a fondo de las calles del recorrido y de las inmediaciones con el refuerzo de un camión cuba.

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