Provincia de Cádiz

"El desarrollo de esta provincia tiene el sello indiscutible de la Junta"

  • Jiménez Barrios llega al Gobierno andaluz con el compromiso de "ayudar en la medida de lo posible al crecimiento de mi provincia". "La recuperación tardará en llegar a las familias".

Manuel Jiménez Barrios no cambia su concepto de entender la política ni tras su reciente ascenso a la cúpula de la Junta de Andalucía. Quien confía en escuchar de él una salida fuera de tono o un ataque visceral al adversario político, que espere sentado. Puede que sea por la experiencia acumulada tras más de 30 años ocupando cargos públicos en diferentes administraciones o puede que sea simplemente por su manera de ser, pero el nuevo consejero de Presidencia demuestra cada vez que puede su carácter moderado. Así lo confirmó ayer una vez más durante el desayuno informativo que mantuvo en las instalaciones de Diario de Cádiz en la capital gaditana, donde elogió la gestión de la Junta, sí, pero sin excesivo triunfalismo, y donde lanzó críticas directas al Gobierno central y al PP andaluz, también, pero abriendo una puerta al diálogo.

Fue el propio consejero quien quiso que su primera visita a la provincia como nuevo miembro del Gobierno andaluz arrancara en Diario de Cádiz, el mismo periódico que ha seguido de cerca toda su trayectoria política desde que en 1983 debutara como concejal en el Ayuntamiento chiclanero. En un encuentro en el que ejercieron como anfitriones el director de Diario de Cádiz, Rafael Navas, y el director adjunto, José Antonio Hidalgo, y en el que Jiménez Barrios estuvo acompañado, entre otros, por el delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, Fernando López Gil; el portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Cádiz, Fran González, y el nuevo jefe de Gabinete de la Consejería de Presidencia, el ya ex concejal de Jerez Juan Pedro Crisol, el flamante número tres del Gobierno andaluz hizo un análisis exhaustivo de la situación actual de la provincia de Cádiz y de la gestión que tiene por delante el primer Ejecutivo que preside Susana Díaz.

Y ese análisis, como no podía ser de otra manera, tuvo un marcado carácter económico. En su habitual tira y afloja Jiménez Barrios advirtió que el próximo año volverá a ser "de sufrimiento y de mucha dureza" pero al mismo tiempo reconocía que "una cierta dosis de optimismo siempre es buena" porque puede ayudar a que el consumo se reactive. "Es verdad que los datos macroeconómicos y las cifras que manejan los bancos y las grandes empresas están diciendo que lo peor de la recesión ya ha pasado. Pero eso no lo percibe aún la ciudadanía, que entiende que las medidas aplicadas por el Gobierno no traerán una reactivación a corto plazo", indicó. Y añadió igualmente que "ojalá que la recuperación sea cierta, pero me temo que tardará en llegar a las familias y a las pequeñas empresas".

¿Y cómo afectará esta situación económica a la gestión de la Junta, por un lado, y a la provincia por otro? A pocas fechas de que se inicie el proceso de negociación para la elaboración de los presupuestos andaluces de 2014, Jiménez Barrios está convencido de que el año venidero volverá a ser un ejercicio "muy difícil" debido al "ajuste que nos obliga el objetivo de déficit nacional". "Nosotros ya hemos dicho que no compartimos ese objetivo de déficit, pero lo cumplimos por lealtad con el Gobierno", añade. En cualquier caso, y ante un panorama nada alentador en lo que a la liquidez de las arcas autonómicas se refiere, el consejero de Presidencia tiene meridianamente claro que el nuevo Gobierno que preside Susana Díaz mantendrá intactas las prioridades que ha guiado a la Junta en los últimos ejercicios: "La protección del estado del bienestar con una atención especial a las políticas activas de empleo buscando la reactivación económica".

Así las cosas, puede afirmarse ya que habrá que seguir esperando para ver convertidas en realidad las grandes obras que tenía comprometidas la Junta de Andalucía. Eso es algo que reconoce el propio Jiménez Barrios quien, no obstante, se parapeta con rapidez tras tres argumentos: el primero, que la Administración andaluza seguirá avanzando para terminar aquellas obras de infraestructura que ya están iniciadas; el segundo, que el resto de administraciones se encuentran en una situación similar "y ahí está ese ayuntamiento que no puede acabar un polideportivo o ese Gobierno que tarda en culminar un puente", añadió; y el tercer argumento gira en torno a la herencia dejada por la Administración andaluza en esta tierra gaditana tras más de tres décadas de autonomía. "Es cierto que la crisis ha frenado el proceso de despegue de esta provincia pero lo que es una evidencia es que el desarrollo que ha tenido Cádiz tiene el sello indiscutible de la Junta de Andalucía", subrayó quien ha devuelto una voz gaditana al Consejo de Gobierno tras una afonía que ha durado los 16 meses del último Ejecutivo presidido por Griñán.   

Interrogado sobre si piensa que la imagen de la Junta ante la ciudadanía puede verse dañada por el retraso acumulado en obras como la del tranvía, la del CHARE de Vejer, la de la autovía El Puerto-Rota (A-491) o el olvido de otras actuaciones como el hospital de Cádiz, el consejero de Presidencia se sitúa a la defensiva tirando de ideología. "Los ciudadanos son conscientes del momento económico actual y mucha gente valora que la Junta haya optado por poner el foco en el colchón social para intentar aliviar la dureza de la crisis y el perjuicio que ello está acarreando a muchas familias. ¿Que si cala eso en la sociedad? Nosotros pensamos que sí, que está calando. Pero en cualquier caso creemos que el mantenimiento de las políticas sociales era nuestra obligación como gobernantes. Anteponer las personas al ladrillo es propio de una sensibilidad de izquierdas", enfatizó el parlamentario andaluz por Cádiz.

No fue ese el único mensaje ideológico que dirigió ayer el político chiclanero durante su desayuno informativo en Diario de Cádiz. También apeló a ello al abordar las carencias de la aplicación de las políticas de dependencia "que ha sido y seguirá siendo la seña de identidad de los gobiernos socialistas". Jiménez Barrios rechaza que la Junta haya hecho algo mal en esta materia en los últimos años, dice que la nueva consejera del ramo sólo ha pedido ahora tiempo para analizar la situación real de este programa y responsabiliza en exclusiva al Gobierno central "que ha reducido de un 50 a un 25% su aportación a las comunidades autónomas para la aplicación de esta ley con la excusa de que tienen que reestudiar el sistema de ayudas", dijo.

En clave más gaditana, Jiménez Barrios desgranó en Diario de Cádiz el mensaje que un par de horas después trasladaría a los empresarios y a las principales centrales sindicales. Y ese mensaje es que "Cádiz tiene solución pero para eso son necesarias muchas mesas de diálogo, muchos acuerdos y que todos hagamos un replanteamiento de nuestro papel pero siempre con los pies en el suelo y sin levantar falsas expectativas".

Jiménez Barrios reconoce la "extraña" situación industrial de la provincia con dos polos claramente asentados en la Bahía de Cádiz y en el Campo de Gibraltar y en los que, apostilla, se produce la dicotomía del fortalecimiento de grandes empresas punteras en sus sectores y el cierre de otras "que han experimentado quiebras absolutas".

Para la reactivación económica de la Bahía, el nuevo consejero no tiene duda de que la clave está en los astilleros que es, subraya, "la única oportunidad que tiene esta comarca de crear mucho empleo en un corto espacio de tiempo". Por ello, y como vienen haciendo desde el inicio de esta legislatura los cargos socialistas de la provincia, también Jiménez Barrios reclamó al Gobierno central que firme la orden de la nueva fase de los Buques de Acción Marítima (BAM). "Llevo mucho tiempo escuchando a los líderes del PP decir que habrá noticias positivas para Navantia de manera inminente. Y una noticia positiva sería que el Gobierno fuera sensible con los astilleros como lo fue el anterior Gobierno del PSOE y encargara esos BAM que son fundamentales para la Bahía", dijo antes de mostrar su comprensión con las acciones de protesta que vienen realizando  éste y otros colectivos laborales.

Y otra solución para la Bahía pasaría por que las administraciones central y autonómica cierren de una vez un acuerdo definitivo para el desarrollo del futuro parque empresarial de Las Aletas, en Puerto Real, "porque esta provincia precisa de ideas, de dinero y de empresas, pero sobre todo de suelo para atraer a nuevos inversores". Sobre esta actuación esperada desde hace décadas, Jiménez Barrios anticipaba ayer que en el Consejo de Gobierno del próximo martes se procederá al nombramiento de los cuatro representantes de la Junta en el consejo rector de Las Aletas, entre los que se encontrará él mismo, que asumirá la vicepresidencia de este órgano. El consejero de Presidencia confía en que cuaje ese acuerdo con el Gobierno central que permita abrir "una nueva etapa en Las Aletas", un acuerdo que tiene dos puntos de diálogo: por un lado, la declaración demanial que prepara el Gobierno para reanudar las obras y, por otro, la propuesta de la Junta de separar el suelo del futuro parque empresarial en dos partes para retomar las obras sólo en la zona que ya se sabe que no tendrá impedimentos legales.

Y Jiménez Barrios sigue hablando de la provincia de Cádiz y de Andalucía. Y no pone reparos a la ampliación de la Zona de Franca de Cádiz "aunque faltan análisis rigurosos y un debate en profundidad en el Consejo Económico y Social de la provincia"; y muestra su rechazo a la nueva Ley de Administración Local "porque quitarle competencias a la administración que está más cerca del ciudadano me parece un craso error"; y elogia el nivel de entendimiento que tiene el PSOE con sus socios de IU "aunque eso no quita que discutamos sobre muchos asuntos"; y garantiza su compromiso de ayudar al desarrollo de la provincia "en la medida de mis posibilidades" y, sobre todo, hace un llamamiento para acabar con la crispación política "porque la gente está muy harta de peleas estériles".

Y de cara al futuro garantiza que el nuevo Gobierno andaluz intentará no defraudar "porque sabemos que hemos suscitado cierta esperanza en la sociedad y porque sabemos también que muchos ojos en España están puestos en Andalucía, porque aquí tenemos que lograr que se visualice que en este país no hay un modelo único de gestión".

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