Provincia de Cádiz

Los salesianos dejan Rota tras una reforma interna de la orden en Andalucía

  • El Rectorado Mayor de Roma fue quien tomó esta decisión que afecta también a la comunidad linense

Los salesianos abandonan Rota más de 60 años después de su llegada, debido a una reestructuración interna de la orden que afecta a varios municipios de la provincia, entre ellos La Línea. Esta resolución llegó de manos del Rectorado Mayor de Roma que poco antes había procedido de la misma forma en Ronda.

La decisión fue tomada tras casi tres años de reflexión provocada por la notable falta de personal en el colegio. "Esta decisión no tiene nada que ver con la crisis ni con motivos económicos" aclaró Juan Francisco Huertas, director de la Casa de Rota. A pesar de todo, los salesianos seguirán encargándose de los oficios religiosos aunque con menos frecuencia.

"Para los roteños ha sido una marcha dolorosa. La obra salesiana llevaba más de 60 años asentada en esta localidad gaditana y es muy querida por todos", apuntó Huertas. "Desde que llegaron, en los años 40, han venido realizando una importante labor desde el punto de vista educativo, social e incluso sanitario, en sus comienzos", remarcó.

La Inspectoría de Sevilla es uno de los órganos principales de la obra y abarca las comunidades de Sevilla, Huelva, Cádiz, Badajoz y Cáceres; cuenta con 28 comunidades y unos 200 salesianos. La media de edad es de 70 años, por lo que las futuras renovaciones terminaran por suponer un problema. Sobre todo teniendo en cuenta la escasez de nuevas incorporaciones.

El director de la casa de Rota habla de una "crisis estructural" que afecta a la Iglesia en todo occidente. Algo que se traduce en una involución, desde hace más de 20 años, del número de jóvenes que optan por el sacerdocio. No ocurre así en muchas zonas de Sudamérica, África y Asia donde el ingreso en órdenes religiosas es algo común.

Para intentar solucionar este problema y compensar el desequilibrio entre unas zonas y otras, algunos países como Francia optaron por colocar en sus comunidades salesianos de diferentes partes del mundo. Los resultados no fueron todo lo positivo que se esperaba ya que las diferencias culturales y religiosas hicieron imposible la integración de esos nuevos miembros.

Según Juan Francisco, la única posibilidad de salvar ese obstáculo sería animar a la Inspectoría sevillana a trabajar en los planes vocacionales. Para el sacerdote, es imprescindible revitalizar por completo el sistema salesiano para que puedan volver a las comunidades de las que se han visto obligados a irse.

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