La plantilla de Navantia Puerto Real volvió ayer a la senda de las protestas en la carretera, que parecía haber abandonado en las últimas semanas, por un motivo: dejar claro que el contrato de gaseros con Gas Natural del que se ha estado hablando en los últimos días "aún no es una realidad".

Así lo explicó ayer el presidente del comité, Ramón Linares, quien comenzó diciendo que "no sé si es porque no hemos sabido transmitirlo bien, pero ese contrato no está firmado, hay que pelear por él". El portavoz del comité puertorrealeño aseguró queda la sensación de que es "algo ya definitivo y que va a ser la solución de los astilleros, pero entendemos que hay que unir todavía muchas voluntades".  

Linares explicó que, primero, hay que lograr que las empresas que pretenden construir los buques quieran firmar el contrato con los astilleros españoles y, especialmente, añadió, "que el Gobierno de este país ponga las herramientas necesarias para que esa realidad comercial se pueda llevar a cabo en los astilleros de Navantia". En caso de lograrlo, indicó el presidente del comité, los astilleros de la Bahía tendrían garantizadas "más de cuatro millones de horas de trabajo", lo que sería "mucho más que un respiro" y posibilitaría, además, que el proyecto para la segunda fase de los BAM "se pueda tratar desde otro esquema de tiempo y de financiación".  Al respecto, dijo que "sería muy difícil de explicar que un proyecto español como el de los gaseros se vaya al final a Corea porque no ha habido suficiente voluntad de las partes".

El segundo motivo de la protesta de ayer fue mostrar la preocupación de la plantilla por el anuncio del Comisario de la Competencia de la UE, Joaquín Almunia, acerca del tax lease, "por lo que  pueda afectar al proyecto de los gaseros".

En cuanto a la protesta, se alargó por espacio de 45 minutos y cogió por sorpresa a muchos conductores que se dirigían o salían de la capital gaditana. Sin embargo, no hubo incidentes y ni siquiera aparecieron las habituales unidades de la Policía antidisturbios.