Funcionarios adscritos al Grupo I de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría Provincial de Cádiz han detenido a trece individuos vecinos de Chiclana que conformaban una importante red de distribución y venta de sustancias estupefacientes, concretamente cocaína, hachís y MDMA, más conocido como éxtasis.

Las investigaciones realizadas determinaron totalmente la estructura de la organización, que estaba compuesta por tres ramas perfectamente diferenciadas. En la cúspide, se encontraba F.J.M.E., de 26 años, quien se encargaba de proporcionar la infraestructura necesaria para la guarda y custodia de la sustancia estupefaciente intervenida. Prácticamente a diario, se reunía con los diversos componentes de la organización al objeto de recaudar los ingentes beneficios obtenidos por la venta de los estupefacientes reseñadas y tras ello, volvía nuevamente a proporcionarles mercancía destinada a la distribución.

En segundo lugar se debe resaltar la figura de M.A.L.G., de 32 años, que hacía de "relaciones públicas" de la organización. Además de distribuir drogas en importantes cantidades a diferentes consumidores habituales de las más variadas clases sociales en la provincia, se encargaba de "representar" a F.J.M.E. y de llevar a buen puerto las negociaciones con proveedores de diversos puntos del país.

Finalmente, en tercer lugar, cabe destacar el clan familiar compuesto por los hermanos A.A., cuatro individuos de entre 26 y 22 años, que realizaban diariamente una enorme cantidad de ventas de sustancia estupefaciente, mediante el conocido sistema de "telecoca".

Utilizando sus vehículos de alta gama, se desplazaban a cualquier hora, a diferentes puntos de la provincia al objeto de efectuar transacciones ilícitas de estupefacientes, ofreciendo sus "servicios" desde el mediodía hasta bien entrada la madrugada, de lunes a domingo.

El jefe del clan, A.A.A., de 26 años, aplicaba una férrea disciplina al resto de sus hermanos y los trataba con "mano de hierro". De hecho, uno de sus hermanos, D.A.A., de 22 años, que padece una discapacidad absoluta, era "obligado" a realizar transacciones ilícitas en su silla de ruedas a diferentes compradores que se acercaban a la vivienda familiar, un chalet de ensueño en una zona de Chiclana.

Este clan familiar, a su vez, se encontraba íntimamente relacionado con otro compuesto por un hombre y una mujer, B.J.C.L., de 40 años, y I.T.D., de 39, quienes adquirían sustancias estupefacientes a los cuatro hermanos para proceder también a su distribución utilizando de igual modo el sistema de "telecoca" a cualquier hora, y empleando, esta vez, a su hija, una menor de 16 años de edad.

Cabe destacar las estrechas relaciones de los detenidos con dos hermanos, de nacionalidad israelí, que aparecieron en escena al objeto de proporcionar nuevo "material" al resto de la organización y que fueron atraídos a la misma por el "relaciones públicas".

Por otro lado la organización funcionaba como una máquina perfectamente engrasada gracias a la distribución de tareas y férrea disciplina impuesta por el líder F.J.M.E., quien destacaba por su gran claridad de ideas y porque todos sus componentes, estaban perfectamente "infiltrados" en la sociedad de Chiclana, en todos los estamentos, y aprovechaban las relaciones que sus respectivos familiares tenían en el sector de la construcción y venta de automóviles.

La Brigada Provincial de Policía Judicial de Cádiz efectuó ocho registros en los que se incautó de 5 vehículos de gran cilindrada, 18 teléfonos móviles de última generación, una gran cantidad de joyas, varios televisores de plasma y un total de 60.000 euros en efectivo.