CÁDIZ CREER CREAR 3 Capítulo IX: Exportación

India: el gigante nos espera

  • Harsh Sharma, un hindú afincado en El Puerto, explora desde su empresa Exteria las posibilidades de un país con 300 millones de consumidores

En la soledad de un edificio en forma de barco del Polígono de Las Salinas de El Puerto doce trabajadores expertos en informática y en empresas están conectados con otros ocho trabajadores en Nueva Delhi. Es la plantilla de Exteria, una sociedad dedicada a conectar a empresarios de la provincia con las posibilidades de un gigante, la India, con 1.200 millones de habitantes, pero con una clase media, potencial consumidora, de 300 millones de almas "que saben que España está en crisis, pero que tienen una magnífica imagen de nuestra marca. En la India se tiene de España la idea de que es un país bonito donde se vive bien".

Quien habla es Harsh Sharma, un ingeniero hindú al que las casualidades le trajeron a Cádiz en un barco que había que reparar, que conoció a la que ahora es su mujer, de la que se hizo novio en Londres y ahora se considera "un portuense adoptado".

"Cuando llegué aquí en 2004 apenas hablaba castellano y monté con mi mujer una empresa de importación de joyería y bisutería con productos muy del gusto español. A continuación, monté una empresa dedicada a la informática de programación, donde conseguimos importantes clientes, como Romerijo. Nuestro siguiente paso ha sido Exteria, a la que llegamos casi de casualidad", narra Sharma.

La casualidad fue una empresa de construcción de la provincia que le preguntó a Sharma por las posibilidades que ofrecía la India. Sharma dijo a esta empresa que consultaría con algunos de sus contactos en la India. "Me sorprendí de lo fácil que fue la gestión. Con tres o cuatro llamadas esta empresa se pudo introducir en la India para hacer negocio y nos dijimos allí tenemos un gran campo para crecer".

No se equivocaron. "La India siempre ha contado con grandes empresas españolas, Abengoa, Iturri..., pero la pequeña y mediana empresa no había explorado un mercado en el que se sabe que somos punteros en determinados sectores, como el de las energías renovables, por ejemplo".

Desde que han empezado a trabajar con el mercado hindú, Sharma se ha volcado con esta iniciativa y ya cuenta con nuevos clientes para los que realiza gestiones para su introducción en el país. Entre ellas, precisamente, una dedicada a las renovables. "Los candidatos ideales son los que han funcionado aquí y ahora, por la crisis, se encuentran estancados".

Exteria trabaja a la carta con cada cliente. "Nuestra tarea es reducir los riesgos, que en vez de mover diez recursos se muevan la mitad. Nosotros, a través de nuestros trabajadores en Nueva Delhi, hacemos el estudio de mercado, seleccionamos personal, buscamos gestores, socios locales... en definitiva, no dejarlos solos cuando estén allí, cuando aterricen con el negocio".

Es una forma de trabajar más dinámica y que se aleja de la tradicional relación de importación del español que va a la India a comprar ropa o bisutería y se la trae para venderla. Esa forma tan turística de negocio, que ha sido nuestra tradicional relación comercial con la India, se convierte en más profesional a través de métodos de exportación modernos.

Sharma desmonta algunos mitos sobre la India. "Es un país que se moderniza a pasos agigantados. hay burocracia, pero abrir una empresa allí es mucho más fácil que aquí y, de hecho, es un país muy abierto a la inversión extranjera, sobre todo si se trata de tecnología. Pero India no es China. La tecnología no se copia. Hay una legislación sobre patentes y se paga religiosamente cualquier tecnología importada".

En cuanto a la comunicación "no hay problema porque en el mundo empresarial todos hablan inglés, es el lenguaje de los negocios y nuestra forma de ser es muy abierta y hospitalaria. Esta forma de ser, que se percibe nada más llegar al país, es igualmente aplicable a los negocios".

También reconoce que su país tiene que avanzar en otros aspectos, como el esclavismo laboral, que sigue existiendo aunque se va erradicando poco a poco. "India se está empezando a mirar en Europa para construir una legislación más justa" y, afirma Sharma, incluso su tradicional estructura social de castas está evolucionando y cada vez es más posible la movilidad social.

"La forma de trabajar es sencilla. Facilitamos los contactos, realizamos las gestiones y, si todo el mundo gana, ganamos nosotros también", dice Sharma, que en cada gesto muestra la hospitalidad que es esa seña de identidad de su pueblo. "Y así también me siento más cerca de mi país".

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