Efectivos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil incautaron en la mañana de ayer una tonelada de hachís, repartidos en 35 fardos, tras abordar a una embarcación de recreo que navegaba a una seis millas náuticas de la costa gaditana, concretamente en la zona que va desde Camposoto hasta Sancti Petri.

La embarcación fue detectada por el SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) y por su forma de navegar les pareció sospechosa, por lo que dieron aviso al Control Operativo Complejo (COC).

Rápidamente agentes de la Benemérita salieron a la mar a bordo de una embarcación semirrígida Cropton a toda velocidad y detectaron al barco sospechoso, de 6,5 metros de eslora y un motor de 180 caballos, por lo que les fue imposible lanzarse a la huida ante la potencia de la lancha de la Guardia Civil. A pesar de la distancia considerable a la que se encontraban de la costa, unas seis millas náuticas, que vienen a ser casi 10 kilómetros, los agentes interceptaron a la embarcación y la abordaron sin que sus dos ocupantes opusieran resistencia. Uno de ellos es natural de El Puerto de Santa María y el otro de Puerto Real. Ambos han sido detenidos y posiblemente hoy pasarán a disposición judicial.

Al subir a bordo los agentes encontraron 35 fardos de hachís, que han arrojado un peso de aproximadamente mil kilos. Por la tarde técnicos de la Guardia Civil intentaban detectar si el hachís es de alta calidad o polen.

Una vez que se controló el barco y se detuvo a sus ocupantes, la Guardia Civil llevó la embarcación cargada con la droga hasta el puerto deportivo de Sancti Petri, en el término municipal de Chiclana y allí comenzaron a descargar su contenido.

La Guardia Civil se ha hecho cargo también de la embarcación en la que portaban la droga los supuestos traficantes.

Esta operación pone de manifiesto el buen hacer tanto del SIVE como de los agentes del Instituto Armado, que mantienen un pulso constante contra el narcotráfico en una zona tan conflictiva como la provincia de Cádiz, tan cercana al Estrecho de Gibraltar.