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Provincia de Cádiz

"Ni el PSOE ni Griñán somos unos peligrosos bolcheviques radicales"

  • "¿Delphi? Los recursos públicos no pueden mantener eternamente el funcionamiento de una empresa" "Tenemos al alcance de la mano recuperar la Diputación de Cádiz y el PP lo sabe"

La ausencia de carga de trabajo para los astilleros de Navantia y la falta de concreción del acuerdo para el traspaso del Hospital Naval de San Carlos a la Junta trajo esta semana a la Bahía a Mario Jiménez, vicesecretario general del PSOE de Andalucía. El pasado jueves, antes de sendas reuniones en San Fernando, el número dos de los socialistas andaluces participó en un desayuno informativo en las instalaciones de Diario de Cádiz en la capital gaditana. En el mismo estuvieron presentes el director de este periódico, Rafael Navas, y el director adjunto, José Antonio Hidalgo, así como cargos públicos y orgánicos del PSOE gaditano como Irene García, Manuel Jiménez Barrios, Juan Cornejo y Fran González. En sus reflexiones Mario Jiménez negó que su partido esté más escorado a la izquierda tras el pacto de gobierno con IU en Andalucía, aseguró que el PSOE "tiene al alcance de la mano" recuperar la Diputación gaditana en 2015 y no tuvo reparos en criticar algunas de las actuaciones de la dirección federal socialista, sobre todo por su posición dubitativa sobre el proceso de primarias y por avalar el último programa electoral del PSC.

-Ha puesto usted la situación de Navantia y del Hospital de San Carlos como ejemplos del "castigo" del Gobierno central del PP a Andalucía y a la provincia de Cádiz ¿Por qué?

-Porque ya son muchos casos en los que el Gobierno del PP da la impresión de que no quiere que se vea ni un detalle hacia Andalucía. Es como si no quisieran cerrar ni un acuerdo con nosotros, como si quisieran castigar a un Gobierno como el andaluz que entienden que es ilegítimo, bolchevique, bolivariano y un frente populista marxista-leninista. Es verdad que esto no es nuevo, porque ya pasó a partir de 1996. Pero nunca como hasta ahora esa reacción había sido tan dura, con continuas amenazas veladas, como las últimas declaraciones de De Guindos, Báñez, Pujalte... Yo lo que les diría es que nadie daba un duro por este Gobierno andaluz y por Griñán hace un año y ahora Andalucía es la que lleva la iniciativa política en España sobre los grandes temas de interés, tiene un Gobierno que ha demostrado que es viable, Javier Arenas tuvo que irse a Madrid a celebrar su victoria electoral de hace un año y Antonio Sanz está exiliado en la provincia de Cádiz.

-¿Puede afirmarse, después de un año de vigencia del pacto de coalición PSOE-IU en Andalucía, que el Partido Socialista es hoy más rojo?

-No, no. Nosotros seguimos siendo un partido de centro-izquierda. Ni el PSOE ni Griñán somos unos radicales bolcheviques peligrosos. Lo que pasa es que al haberse radicalizado tanto el PP, quizás la perspectiva que damos es que estamos más a la izquierda. De izquierdas es IU pero nosotros, aunque somos la referencia de la izquierda en España, gobernamos a una mayoría muy amplia de andaluces. Aquí si alguien se ha radicalizado es el PP con sus privatizaciones, su desmontaje del control institucional sobre la economía y sus planteamientos ultraconservadores.

-Pero el último decreto de la Junta de Andalucía sobre la vivienda no lo habría aprobado el PSOE de gobernar en solitario. Es una imposición de IU, ¿no?

-En absoluto. Cuando estuvimos negociando el pacto, proceso en el que yo participé, ambos partidos estábamos de acuerdo en que las políticas de vivienda y las políticas dirigidas a frenar la sangría económica eran totalmente necesarias. Y en las 250 medidas de gobierno que acordamos venía reflejado ese compromiso de regulación de la función social de la vivienda. Creo que ambos partidos hemos encontrado un espacio eficaz que cuenta además con una cobertura jurídica impecable y que depararará beneficios económicos a todo el mundo. Nadie saldrá perjudicado con este decreto.

-¿Cómo valora que el Gobierno central haya pedido a Europa que analice ese decreto?

-Es una amenaza en toda regla. El Gobierno intenta justificar algo que no le agrada mucho hacer pero que terminará haciendo: impugnar la Ley. Pero con ese recurso el PP se va a equivocar política y jurídicamente. Va a hacer un ridículo doble.

-¿Qué le parece que el actual presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, haya anunciado públicamente que no será el candidato de su partido a la Presidencia de la Junta en las elecciones autonómicas de 2016?

-Para lo bueno y para lo malo aún queda mucho para esas elecciones, pero yo no descarto que Zoido sea finalmente el candidato. En el PP hay una guerra por el control del partido que será visible antes o después en toda España y que tendrá en Andalucía uno de sus campos de batalla. Aquí Zoido y los suyos intentan marcar el territorio pero Arenas sigue vigilante. Viene un tsunami de guerra interna del PP que no habrá quien lo pare.

-¿Cuál es la lección que ha aprendido la Junta de Andalucía en el tema de Delphi?

-En Delphi y en otros casos similares se demostró que en Andalucía había una política clara de ayuda a las empresas y a los trabajadores que estaba en situación de crisis. Esa política (la de respaldo institucional a los EREs) está siendo ahora impugnada en su totalidad y se le está haciendo un juicio sumarísimo porque los indicios apuntan a que al calor de esa iniciativa unos cuantos sinvergüenzas han actuado de una manera irregular o ilegal. Pero esa política de la Junta ha permitido mantener actividad, renta y tranquilidad a muchas familias. Pero las cosas han demostrado que el papel de auxilio y acompañamiento de la Administración sólo puede ser temporal. Al final tiene que ser la iniciativa privada la que tome el control de la situación. Y en el caso de Delphi, como en otros muchos, la Junta ha maximizado sus esfuerzos de acompañamiento a esos trabajadores y de búsqueda de nuevos proyectos e inversiones, pero encontrar alternativas se ha demostrado que es muy complicado al vivirse el peor momento económico de los últimos 100 años. Pero ha quedado claro que jamás un gobierno ha dado tanto respaldo, apoyo y sensibilidad social a un colectivo de trabajadores como hizo la Junta de Andalucía con los ex Delphi. Ahí se invirtió muchísimo dinero. Pero los recursos públicos no pueden mantener eternamente el funcionamiento de una empresa.

-Aún queda mucho, algo más de dos años, para las próximas elecciones municipales. Pero ¿cuáles son los objetivos fundamentales que se plantea el PSOE en la provincia de Cádiz de cara a esa cita electoral?

-Lo primero que tengo que decir es que no es tanto tiempo y lo segundo es que toda planificación quedará a expensas de ver si el PP cambia las reglas del juego a mitad del partido.

-¿A qué se refiere?

-Pues que existe el temor a que después de la reforma de la Ley de Bases venga una reforma de la Ley Electoral y otra de la Ley de Planta Judicial para alterar los partidos judiciales y los esquemas municipales. Es así de duro pero no me extrañaría porque ellos son así de demócratas. Si lo hacen nos estaríamos enfrentando a una situación más propia de la Restauración que de un sistema democrático.

-¿Y cuáles serían sus objetivos del PSOE si finalmente no se producen esos cambios legales?

-Si las reglas del juego siguen siendo las mismas nuestro reto en la provincia de Cádiz está claro: recuperar el gobierno de la Diputación. Ese es un objetivo que tenemos al alcance de la mano y el PP lo sabe. Por eso su estrategia de tantos viajes a Madrid y de tantos ministros mintiendo sobre las cosas de esta provincia. Yo estoy convencido de que vamos a mejorar mucho nuestros resultados de 2011. Y una importancia muy significativa tendrá Cádiz capital, donde el PSOE ha cambiado y eso se va a notar. Que quede claro que en la provincia de Cádiz nosotros iremos a por todas en esas elecciones y las alcaldías que no consigamos en 2015 las tendremos seguro cuatro años después.

Mientras tanto el partido estará volcado a la hora de respaldar a nuestros gobiernos locales y a todos nuestros grupos municipales. En eso influye mucho que nuestra secretaria general sea alcaldesa (Irene García, regidora de Sanlúcar). Ello hace que esta sea la dirección provincial más municipalista de Andalucía.

-¿Cómo afrontará el PSOE-A el proceso de las primarias para la elección del candidato de su partido a la Presidencia del Gobierno? ¿Quieren ustedes marcar el ritmo de ese proceso?

-A nosotros lo que nos gustaría es que la dirección federal del partido se aplicara el calendario que ya se aprobó. Eso sería lo razonable y no concibiríamos que el federal se impugnara a sí mismo ni por acción, ni por omisión. En ese proceso Andalucía quiere jugar y va a jugar un papel decisivo porque Pepe Griñán es hoy el referente institucional más importante que tiene la izquierda y el PSOE en toda España. Y tenemos una posición distinta al resto de federaciones del partido porque estamos gobernando. Por eso lo que decimos es que la decisión que se adopte será muy importante, porque quien gane las primarias será el próximo presidente de España, pero también que hay un calendario fijado y que a nosotros nada de eso puede distraernos en nuestra acción de gobierno. Hay mucha tarea fuera y muy dura.

Mire, es que todo hay que decirlo. Estos días han aparecido más papeles de Bárcenas en los que se constata las contribuciones al PP de algunas empresas andaluzas que han sido asesoras directas de la anterior y de la actual dirección del Partido Popular en Andalucía. Y la ejecutiva federal de mi partido no ha saltado ante ese escándalo. Y es en esas cosas en las que hay que estar. Porque si no estamos en esas cosas, con la que está cayendo, la gente pueden termina mandándonos a las galeras.

-Y encima aparece el Partido Socialista de Cataluña (PSC) hablando de independencia y reclamando la abdicación del Rey. ¿Cómo se valoran esos posicionamientos desde la dirección del PSOE-A?

-Artur Mas, que es de derechas, ha tenido la habilidad de desplazar los ejes de referencia del discurso político en Cataluña. Allí no se habla ya de izquierdas o de derechas sino de Constitución e independentismo. Es decir, que todo se juega en un territorio diferente en el que nosotros no tenemos esa cultura. El PSC ha sido siempre un partido de orientación nacional y por eso nos preocupa que varíe su posicionamiento. A partir de ahí hemos entendido que lo que hay que hacer es buscar un compromiso político y aprobar un nuevo modelo de país, más federal, en el que todas las piezas encajen con correspondencia y solidaridad. En esa misión está muy involucrado Griñán. Buscamos un modelo en el que entre el PSC pero sin salirse de la Constitución ni un milímetro y sin darle ni un arañazo al concepto de soberanía nacional.

-Pero mientras tanto el PSC vota a favor de la independencia de Cataluña...

-Bueno, realmente lo que ha votado es a favor de un referéndum. Y eso venía en el último programa electoral del PSC que, por cierto, fue visado previamente por la dirección federal del PSOE. Lo que pasa es que no tenía que haberse llegado allí. Jamás tendría que haberse autorizado un programa electoral en el que se aprobara un referéndum de estas características porque para nosotros los programas electorales sí están para cumplirse. Por eso desde el PSOE-A entendemos que lo honesto y lo decente es fijar ese nuevo modelo político para que cosas como esta no puedan volver a ocurrir.

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