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Provincia de Cádiz

La Policía no tiene acreditado aún que haya habido secuestro

  • A una semana de la desaparición de Rafael Ávila, se mantienen abiertas todas las líneas de investigación

Justo hoy, cuando se cumplen siete días desde la desaparición del empresario sanluqueño Rafael Ávila Tirado, la Policía aún no tiene acreditado que haya sido víctima de un secuestro como hasta ahora se da por hecho en la localidad.

Una semana después que el empresario fuera visto por última vez, trabajando en la asesoría fiscal y contable que posee con un socio en la avenida del Quinto Centenario, Fisconta, se siguen manteniendo abiertas todas las líneas de investigación. De momento, según ha podido saber este diario, los investigadores no disponen de pistas fiables que certifiquen que Ávila Tirado haya podido ser secuestrado.

De modo oficial, lo único que está constatado es que el sanluqueño apagó su ordenador, después de una tarde de trabajo, a las nueve y cuarto de la noche. Salió de la oficina, dejándose en el interior su cartera, y nadie de su familia ha vuelto a saber nada de él. Al día siguiente los familiares interpusieron una denuncia en Comisaría en la que alertaban de la desaparición del empresario, no hablándose en ningún momento de secuestro.

En su oficina fue donde en la mañana del martes al parecer se registraba una llamada, en la que un comunicante español pidió a la empleada que le atendió el teléfono el número del móvil del padre, Rafael Ávila Camacho, conocido empresario en la localidad. Ya en contacto directo con la familia, dicho comunicante habría exigido el pago de un rescate millonario (se habla de que reclamaron 10 millones de euros), pero no ha vuelto a haber nuevas llamadas "serias" desde entonces. Sus familiares sí han recibido alguna llamada más, a las que no se han dado credibilidad alguna y que han sido atribuidas a posibles delincuentes, intentando aprovecharse de las circunstancias. "Nadie está demostrando que tiene a mi hermano", dijo hace poco a este diario José Manuel, hermano de Rafael, convertido en el improvisado portavoz familiar.

También ha trascendido que una mujer declaró en Comisaría que habría visto cómo el empresario se montaba en la noche del lunes con otros individuos en una furgoneta. Pero esa posible testigo no conocía con anterioridad a Rafael Ávila con lo cual no existe la certeza de que pudiera tratarse de él. Además, de momento los investigadores no han conseguido localizar el vehículo apuntado.

Una semana después, pues, no hay pistas que acrediten que se ha producido un secuestro. El Juzgado de Instrucción de Sanlúcar, al cargo del asunto, mantiene por ello abiertas todas las líneas de investigación.

Testimonios de familiares, amigos y compañeros del desaparecido recabados por este diario, no obstante, descartan por completo la posibilidad de que se trate de una desaparición voluntaria, ya que definen a Rafael Ávila como un hombre "muy trabajador y responsable".

Ávila Tirado, de 45 años, está casado y tiene tres hijos, de 23, 18 y 10 años de edad. Al más pequeño, de momento, no le han contado que su padre ha desaparecido, según desveló a este diario José Manuel Ávila Tirado.

La familia Ávila parece gozar de una buena posición económica. Ligados tradicionalmente al mundo de la construcción, hace ahora justamente dos años entraron en el accionariado de la bodega Herederos de Argüeso. El desaparecido tiene parte de las acciones a medias con su familia (un 25% en total es la parte de los Ávila, según el hermano de Rafael) ) , y en solitario posee la asesoría Fisconta con un socio, dos gasolineras y la empresa Ávila Negocios Inmobiliarios. Aunque según su hermano, dicha inmobiliaria en la actualidad sólo estaría realizando una obra. Y es que ya se sabe que la crisis del ladrillo está afectando a todos por igual.

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