Provincia de Cádiz

"Sí, la nota simple decía suelo urbano y no lo era, como cientos de notas"

  • Un agente inmobiliario, acusado de estafa en la venta de una vivienda ilegal, dice que el comprador no ignoraba lo que adquiría "Sabía cómo funciona Chiclana, cómo era y cómo es"

Uno de los tres acusados de estafa en la venta de una vivienda ilegal en Chiclana en 2006, que era entonces agente inmobiliario y participó como tal en la operación, admitió ayer en la Audiencia que le mostraron al comprador una nota simple del Registro de la Propiedad en la que figuraba que la casa estaba en suelo urbano. Pero lejos de considerar, como la fiscal, que eso indicaba que había un engaño, el hombre restó importancia a ese documento. "Sí, en el Registro constaba como que era suelo urbano. Pero yo no le hice caso a eso cuando me pidieron que la vendiese. En montones de notas simples se ponía suelo urbano y no lo era", argumentó el procesado.

"Este hombre", le explicó el acusado a la fiscal, "sabía perfectamente lo que estaba comprando. El cliente sabe que la finca no era urbana aunque la nota simple ponga urbana. Le enseñé casas legales y me dijo que se le iba de precio. Entonces le enseñé viviendas más baratas, construidas sin permiso y sin licencia de primera ocupación ni nada. Vive en Cádiz, no venía de Jerez ni de Sevilla, y sabe cómo funciona Chiclana. Cómo era y cómo es. Era un hombre informado. Él estaba comprando una vivienda ilegal. No había problema. El chalé era monísimo. Estaban encantados con la casa".

Pero si en la vivienda no había ni luz, planteó la fiscal ante la exposición de unos hechos que contradecían los que han llevado al banquillo a los tres acusados. "Pero se la iban a dar", dijo el agente inmobiliario, ahora jubilado. ¿Está usted seguro de que la vivienda iba a tener luz? "Claro. La ponían en todos sitios, y más en aquella zona de Chiclana que era muy buena". ¿Sevillana instalaba contadores en viviendas ilegales? "He vendido viviendas en Chiclana durante treinta años y sé perfectamente que Sevillana instalaba contadores en viviendas sin licencia y sin primera ocupación".

Junto al agente inmobiliario, en el banquillo, se sentaron el propietario de la vivienda y su tío, que tenía un poder para venderla. Las explicaciones de los procesados no convencieron a la fiscal: sostuvo que los tres se concertaron para engañar al comprador de la casa, que no le advirtieron de que estaba adquiriendo una vivienda construida sin permiso y en un terreno urbanizable no programado. Por eso mantuvo su petición de dos años y medio de prisión para cada uno por un delito de estafa. La acusación particular, ejercida por el comprador, también considera que hubo una estafa.

El comprador, de profesión asesor fiscal, aseguró ayer que en ningún momento le advirtieron los vendedores acerca de la ilegalidad de la casa. Que nunca le dijeron que no era verdad lo que ponía la nota simple del Registro de la Propiedad ni que no tenía licencia de construcción. Que si llega a saber que no era legal, no la hubiese comprado. Explicó también que firmó un contrato de compraventa por 228.000 euros y que abonó 30.000. Pero la casa no tenía luz. De modo que puso una condición para cerrar la compra: que instalasen el contador, que solucionasen eso.

El hombre dijo que pasó el tiempo y la casa seguía sin luz. Que entonces dio un plazo a los vendedores. Pero que al ver que no le respondían, consultó con un abogado amigo, éste estudió el asunto y le dijo: "Te han dado coba; te han engañado como a un chino". Resulta que el letrado se había topado con que el Ayuntamiento de Chiclana había abierto un expediente sancionador sobre la casa. "Les dije que daba por resuelto el contrato y que me devolviesen los 30.000 euros más los intereses. Pero aún no me los han devuelto".

Los tres acusados habían asegurado que desconocían la existencia del expediente sancionador cuando fue firmado el contrato de compraventa. Los dos abogados defensores de los procesados le preguntaron entonces al comprador acerca de la vivienda que adquirió días después de rescindir el contrato. La otra casa la compró en El Marquesado por 100.000 euros. Y quedó aclarado en el juicio que esa vivienda tenía luz pero que también fue levantada sin licencia, de manera ilegal, en suelo no urbano.

¿No se preocupó usted de averiguar si esa otra casa tenía licencia después de sentirse engañado? ¿No ha dicho que usted quería comprar una casa legal?, le preguntaron los abogados defensores al denunciante y testigo. Respondió que el hecho de que la vivienda tuviese luz era para él garantía de legalidad. "No hubo engaño: fue a Chiclana a comprar una casa ilegal", sostuvieron los letrados defensores.

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