La crisis está alumbrando realidades cada vez más duras, que no es que antes no existieran pero que parecen incrementarse en momentos difíciles como éstos. Una de ellas es a la que se quiere acercar de forma pionera el proyecto europeo Daphne, que pretende ayudar a un tipo muy concreto de personas al borde de la exclusión social: las mujeres que viven en la calle y son además víctimas de malos tratos.

"En estas dos realidades concluyen la falta de recursos y además la falta de conocimiento de los profesionales de cómo poder colaborar con ellas", explica Noelia Vilches, de la Fundación Rais, una de las encargadas de coordinar las jornadas que están recorriendo Andalucía y que por primera vez está uniendo para intercambiar experiencias a personal que trabaja con personas sin hogar y con víctimas de violencia de género, "una de las problemáticas más acuciantes dentro de lo que viene a denominarse exclusión social", apuntan los organizadores. "Si ya los sin techo representan uno de los ejemplos más extremos de exclusión, la situación de estas mujeres sin hogar expuestas a la violencia de género nos pone ante una de sus caras más amargas, máxime cuando viene siendo una realidad sobre la que existen escasos conocimientos y que, en gran medida, permanece invisibilizada", añaden.

Esta semana los talleres informativos han parado en Cádiz, en el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), que participa en esta iniciativa internacional liderada por el Reino Unido y en la que están involucrados países europeos como Suecia, Hungría o Bélgica con la implicación también de la Junta de Andalucía. La idea es poder concluir el proyecto con un protocolo de actuación para estos profesionales, que hasta ahora no existe, para poder articular y desarrollar medidas efectivas de atención. "Son perfiles muy concretos y algunos casos se quedan fuera de lo ahora establecido, porque una mujer se queda fuera del protocolo de violencia de género si tiene alguna adicción o una enfermedad mental, y viviendo en la calle se multiplican las dificultades", manifestó Eva de la Peña, de la Fundación Mujeres, mientras coordinaba a las 25 trabajadores gaditanos en esta materia que asistían a las jornadas. La primera vez que se realizaba un encuentro de este tipo.

Para De la Peña "es una oportunidad única para el intercambio de experiencias de estas personas que trabajan con dos realidades tan complejas, como es atender a personas sin hogar y a la vez que sufre malos tratos". "Y eso que aquí -en Cádiz- nos hemos encontrado que algunas asociaciones que ya trabajan en red, por ejemplo en Jerez, algo que no ocurre en otros lugares", aseguraba.

Pero no solo de las experiencias de estas personas se sacarán las conclusiones del Daphne. También se tendrán en cuenta las vivencias de las propias mujeres sin techo y que han sufrido violencia. Se ha conseguido entrevistar a unas treinta que se encuentran en esta situación.

El trabajo de campo por parte de las administraciones implicadas ya arroja como primeras conclusiones la situación de exclusión social extrema de estas mujeres y la necesidad de crear recursos y dispositivos de atención que conjuguen las dos dimensiones de esta problemática. En definitiva, se quiere "mejorar sus condiciones de vida y buscar la erradicación de los factores que llevan a una situación de tanta gravedad". Y para ello hay que conocerlo y eso es lo que se hace por primera vez. El día 16 se presentarán los primeros resultados.