Para todo existe una explicación. Para casi todo al menos. Por ejemplo, el retraso del PP isleño en anunciar el reparto de las áreas de gobierno entre sus concejales. Ayer se resolvió esta incógnita. Este atraso se debe a que no será la formación popular en exclusiva la que lleve las riendas de la localidad, sino que el PA irá de su mano. Finalmente pues, hay pacto entre ambos grupos, un pacto que ha sido bautizado por ambos como "acuerdo de estabilidad" como expresión máxima de su justificación. El gobierno local en San Fernando quedará conformado finalmente por una mayoría absoluta integrada por diez ediles del PP y tres del PA.

Ayer unos y otros lo anunciaban prácticamente a la vez mediante sendos comunicados. No se desata sin embargo la sorpresa, habida cuenta de las numerosas pistas que se han ido dejando en el camino. Así, los populares, antes de las elecciones, no firmaron una declaración pública de no alianza con los andalucistas -algo que sí hicieron las restantes formaciones, amparándose en la responsabilidad política de los nacionalistas en el desfalco-. Y más recientemente, en una entrevista al alcalde ya electo, José Loaiza, éste apelaba a la estabilidad anteriormente citada, y en hacer "lo que hiciera falta" con tal de conseguirla.

Se consuma por tanto un pacto no tan improbable del que se sabrán todos los detalles mañana viernes, en una comparecencia conjunta en la que se anunciará, ahora sí, el reparto de las áreas de gobierno. Por el momento, lo que ha podido saber este periódico es que casi con toda seguridad la primera tenencia de Alcaldía recaerá en el número uno de la formación andalucista. O lo que es lo mismo, el que fuera anterior alcalde, Manuel de Bernardo. No se sabe nada de momento de las funciones de los otros dos concejales andalucistas, Manuel Prado y María Jesús Ortega. Y lo que es más, no es seguro que sean estos tres nombres los que entren en gobierno, ya que se anuncian también cambios dentro de las filas del PA, lo cual posibilitaría la entrada de otros ex ediles que se han quedado a las puertas tales como Francisco José Romero o Rosario Álvarez.

PP y PA explicaban de manera escueta sus motivaciones particulares de la ejecución de este pacto. De esta manera los primeros indicaban que con este acuerdo "se garantiza el cumplimiento de los objetivos marcados de reforma y lucha contra la crisis económica". Por su parte, el PA aludía también a la crisis, pero añadía su firme voluntad por "trabajar por el bien de La Isla y por sus intereses generales, con el único objetivo de mejorar la calidad y las condiciones de vida de nuestros vecinos". Comienza con esta confirmación el inicio de una nueva era municipal, en la que finalmente los colores no cambian, pero sí quien lleva el mango de la sartén.