Pensar en el año 1966 es hacerlo en el Yo soy aquel de Raphael, en el nacimiento de La 2, en el A sangre fría de Truman Capote o en la película ganadora del Oscar Un hombre para la eternidad. Pero fue el año de mucho más; el de la inauguración del Vicente Calderón, el del primer aterrizaje lunar no tripulado con el Lunik 9, el de la muerte de Walt Disney y del nacimiento de Cindy Crawford, Salma Hayek y Halle Berry. También de Marta Sánchez. El del Revolver de Los Beatles, la llegada de Star Trek, Batman, La Familia Adams y Los Picapiedra a la pequeña pantalla. El de las melenas, los hippies, los jeans, los jóvenes entusiastas y el de la revolución en el mundo de la moda. El universo fashion vivió en estos 12 meses, que arrancaron en sábado, una auténtica ruptura, fueron días de cambios y experimentación. En España triunfaba la moda yeyé con faldas que ascendían hasta el muslo al mismo tiempo que se imponía la moda unisex, con armarios femeninos y masculinos cada vez más cerca. Todo cambió de forma radical, la liberación y el amor a las flores hizo el resto. Los estampados más extravagantes salían a la calle y el pop-art se imponía. Si tenemos que hablar de prendas, además de la ya mencionada minifalda, no nos debemos olvidar de los jerseys y chaquetas de punto, el trench, los abrigos reversibles y los vestidos y pantalones con forma de campana.

1966 fue un año clave en la historia de la moda, y los sesenta en general. Pocas décadas han marcado tanto el devenir de este sector, un impacto total que llega a nuestros días producto de la fuerza de la juventud, el cambio político, cultural y, cómo no, el de pensamiento. No son años de moda hippie en exclusiva, hubo muchas corrientes y subculturas que marcaron la forma de vestir. De la chaqueta Nehru de The Beatles a la sofisticación tan imitada del icono Jacqueline Kennedy, que venía del otro lado del charco, sin olvidarnos del rock and roll que tiñó las camisetas y desgastó los vaqueros.

Entre los hitos más importantes que marcan 1966 como el año de la verdadera revolución de la moda hay nombres tan claves como el de Mary Quant, Yves Saint Laurent, Twiggy o Paco Rabanne. Poco a poco, punto por punto. La británica Quant fue la creadora de la minifalda -invento que más tarde se atribuyó el diseñador francés Courrèges-, una prenda que se convirtió en un auténtico símbolo. Si bien es cierto que las primeras minis datan de antes, fue en el 66 cuando se acortaron unos centímetros al mismo tiempo que las melenas masculinas crecían; se popularizaron gracias, en parte, a la revista Vogue. Mary Quant quería que las hijas dejaran de verse como sus madres y al final fueron éstas quienes anhelaron una imagen más jovial y rompedora. Símbolo de la efervescencia y el hedonismo de la época.

Otro nombre clave, ayer y hoy., el de Yves Saint Laurent. El creador argelino fue un gurú que como todo visionario tuvo que luchar con las críticas de los más puristas hasta el final de su carrera en 1987 -que no de su firma- dejando para la historia de la moda un legado indiscutible. Saint Laurent marcó un antes y un después en este año mágico del que este 2016 se cumplen 50 años por varias cosas; una de las más llamativas y que sin duda ha marcado su biografía para siempre es la creación del esmoquin femenino. Le Smoking, como le llamaron, aportó masculinidad al ropero de la mujer sin perder ni un ápice de feminidad. Hoy sigue siendo el rey del look más infalible, incluso para la alfombra roja. Pero hay más, también fue el año en el que adaptó su colección de alta costura inspirada en Mondrián al prèt-á-porter acercando la moda a todas las esferas de la sociedad. El pop art con el que Yves decoró sus prendas copó portadas y lo sigue haciendo, es uno de los estampados más recurrentes de las colecciones actuales y regresa a las tendencias de forma cíclica.

Twiggy fue el rostro del 66, la primera antimodelo que rozó el cielo con su corte de pelo a lo garçon con aspecto de recién lavado, 40 kilos de peso, 1,68 de altura y aire infantil, casi andrógino. La top del cambio, símbolo de la libertad. Paco Rabanne presentó en 1966 su primera colección, entre la que destacó un vestido de discos de Rhodoid y que se adelantó a la moda futurista, además ese año hizo historia incluyendo en su casting de modelos para desfilar a chicas de color.

El año en el que Smilja Mihallovitch desembarcó en Ibiza para enamorarse de su filosofía internacionalizando sus prendas blancas de color ligero, lo que más tarde se hizo popular como el estilo ibicenco y en el que la firma Chloé fichó a un jovencísimo Karl Lagerfeld, hoy el gran impulsor de la maison Chanel, como director creativo. También fue el de la primera colección de Missoni en Milán. Y de otros tantos y tantos momentos que marcaron el mundo de la moda para siempre.

Todas las generaciones han tenido influencia en los años siguientes, pero ninguna como los sesenta y en especial y marcado en rojo 1966, el año en el que todo se convulsionó.