MARÍA del Pilar Cuesta Acosta cumplió 65 años el pasado 27 de mayo. A la edad en la que muchas mujeres se jubilan profesionalmente ella, Ana Belén, ostenta el título de leyenda viva de la música y sigue en activo. Está de gira con El gusto es nuestro. 20 años junto a Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos y Víctor Manuel, ayer actuaron en Granada y hoy sábado lo harán en Sevilla.

Esta es la segunda parte de una gira que hicieron en 1996 con 33 conciertos que disfrutaron 500.000 espectadores. En aquella ocasión también Sevilla estuvo incluida pero actuaron en el Auditorio de la Cartuja que hoy lleva el nombre de 'Rocío Jurado'.Supone además la vuelta a los escenarios del granadino Miguel Ríos tras cinco años retirado. Fue Víctor quien lo convenció para celebrar el veinte aniversario de una gira que unió a cuatro grandes de la música y llenó estadios y auditorios. Hoy se presentan a las 21,30 en el Estadio de la Cartuja veinte años después, un tributo a la nostalgia de temas que son banda sonoras de nuestras vidas. No faltarán Hoy puede ser un gran día, de Serrat, España camisa blanca de mi esperanza, de Ana Belén, Asturia, de Víctor Manuel, o Bienvenidos, de Miguel Ríos

También el mundo del cine rendirá homenaje a Ana Belén. Acaba de ser reconocida con el Goya de Honor del próximo año. La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España quiere distinguir su exitosa carrera.

El mérito de Ana Belén no ha sido su talento, su versatilidad , ni siquiera esa capacidad de llegar a la gente y provocar emociones. El mérito de Ana es trascender a las generaciones y conquistarlas a todas. Desde que comenzó cantando a los once años en un concurso radiofónico y tras hacer su primera película Zampo y yo con sólo 13, ha seguido creciendo en la música, el cine y en el teatro. En este último, su éxito más reciente fue el año pasado con Medea.

Su padre, Fermín Cuesta, era cocinero en el Hotel Palace y su madre, Pilar Acosta, trabajaba en una portería del barrio de Lavapiés de Madrid. Falleció con 90 años y fue siempre la persona que la mantuvo "con los pies en la tierra". Ana se casó con Víctor en el 72 en Gibraltar y han tenido dos hijos artistas, David San José, músico, y Marina, actriz. Además su hijo la ha hecho abuela dos veces y ha sabido mantener el equilibrio perfecto entre vida pública y vida privada.

Aunque la infancia de sus hijos transcurrió alejada de los focos, ambos crecieron en un ambiente artístico que posiblemente fomentó su creatividad. David comenzó estudiando informática, luego cambió a Química y, finalmente, hizo caso a los consejos de su madre para dedicarse de lleno a su pasión, la música. Tocaba el piano desde que era un niño y después en la adolescencia empezó con la guitarra. Ha acompañado indistintamente a sus padres en sus últimas giras, además de componer y producir. Hasta el momento no se ha atrevido a dar el paso de hacer su propio disco, probablemente por timidez. Su hermana Marina además de dedicarse a la interpretación es también una gran amante de los animales. Una de las opciones que se planteaba era la de ser veterinaria, pero le ha podido la faceta artística. En casa tiene una perra, dos pájaros, ranas y peces y su primer trabajo fue el de paseadora de perros