Su madre, la actriz Maria Fahl Vikander, pronto le metió en el cuerpo el gusanillo de la interpretación. Alicia Vikander era una niña y sabía que su vida estaba sobre un escenario, aunque ni en sus mejores sueños imaginó que apuntaba tan alto. La protagonista de La chica danesa, película por la que aspira a su primer Oscar y gracias a la que ha ganado el premio del Sindicato de Actores -título que ha arrebatado a nombres como el de Rachel McAdams, Kate Winslet y Helen Mirren-, nació en Gotemburgo. Allí con sólo nueve años ya formaba parte de la Real Academia Sueca de Ballet y con 16 se mudó a Estocolmo para seguir con sus estudios. Su pasión por el baile se vio truncada por una lesión de espalda pero le esperaban planes mejores. Comenzó a picotear en el mundo de la interpretación con pequeños papeles en la televisión y el cine sueco, hasta que en 2009 todo dio un giro. El director británico Joe Wright, encargado de lanzar a la fama a actrices como Keira Knightley, la descubrió en la cinta independiente Pure. En ese momento el techo de Alicia desapareció.

En 2012, la futura it girl internacional, como aseguran las principales revistas de moda y belleza del mundo, se llevó un mazazo profesional cuando rozó el papel protagonista de Blancanieves y la leyenda del cazador, que en la fase final del casting le arrebató Kristen Stewart. Un tropiezo que al final resultó ser su empujón definitivo a la fama. Ese mismo año cautivó como compañera de Knightley en Anna Karenina, luego llegaron cuatro películas más hasta La chica danesa, donde no sólo se ha dejado deslumbrar por el camaleónico Eddie Redmayne sino que se ha puesto a su altura aspirando a todo en los premios más importantes del cine mundial y coronándose, a sus 28 años, como uno de los mayores reclamos de Hollywood. En cuanto a su agenda de los próximos meses, estará en la romántica The Light Between Oceans, junto a Rachel Weisz y Michael Fassbender, su ex novio; el drama Tulip Fever con Cara Delevingne; y Submergence, lo nuevo de Wim Wenders, además de en Bourne 5 con Matt Damon.

Pero Vikander, la chica de moda, no sólo llama la atención por sus buenas dotes interpretativas, sino que paulatinamente pero de forma arrolladora se ha encumbrado como una de las celebridades más aclamadas sobre la alfombra roja. Un reconocimiento que ha terminado de ganarse con su outfit en la red carpet de los SAG Awards, celebrados el pasado fin de semana. Alicia fue la mejor vestida de la noche cautivando con un vestido de manga larga patchwork con paillettes firmado por Louis Vuitton, firma de la que es imagen, y peep toes negros. Infalible. La sueca ha cautivado el mundo del séptimo arte con su sensatez, la misma que utiliza a la hora de escoger modelito. Conoce muy bien sus cualidades y sabe sacarles todo el partido. Con su 1,66 de altura, siempre elige vestidazos de cortes perfectos para su silueta menuda y dentro de la paleta cromática más adecuada para su tez morena. Creaciones que parecen sencillas pero que no lo son de estilo delicado, femenino y romántico pero al mismo tiempo bastante rompedor. Habrá que seguirle la pista...