La presencia de la Princesa de Asturias en actos oficiales se está midiendo hasta ahora con cuentagotas, por eso, cada vez que Doña Leonor acude junto a sus padres a cualquier evento se convierte pronto en el centro de todas las miradas. La primogénita de los Reyes y su hermana Sofía acompañaron ayer a don Felipe y doña Letizia al desfile militar con el que se celebraba en Madrid el Día de la Hispanidad. La niña ocupó un lugar privilegiado en la tribuna instalada en la plaza de Neptuno y estuvo atenta en todo momento al desfile, comentando algunos detalles, sobre todo en el momento de la exhibición aérea de la patrulla Águila, con su hermana y con su madre.

Los Reyes llegaron a Neptuno en un Rolls Royce propiedad de Patrimonio Nacional poco después de las once de la mañana, mientras que las niñas viajaban juntas en un segundo vehículo. En esta ocasión, tanto la Princesa como su madre se decantaron por sendos vestidos de color azul, un tono que contrastaba sobre el fondo de la tribuna, que este año ha pasado del azul de la época de don Juan Carlos al tono rojo carmesí de la monarquía española.

En el caso de doña Letizia, la Reina escogió un sencillo vestido azul de doble crepé de Felipe Varela, un diseño en el que sólo destacaba una cinta de terciopelo en un tono más oscuro en su parte delantera y mangas. La Reina acompañó el vestido con una chaqueta a juego y unos salones de charol en azul marino de Magrit. Completó su outfit con una cartera del mismo tono con pequeños detalles en cristal de Swarovski. Optó por un recogido bajo, que hacía que resaltaran aún más los pendientes de oro blanco, brillantes y aguamarina que don Felipe le regaló por el nacimiento de doña Leonor.

Las niñas, por su parte, volvieron a confiar en la firma gallega Nanos, la misma marca que suelen lucir en los actos oficiales a los que acuden (tanto en el posado estival de Mallorca como en el desfile del Día de la Hispanidad del año pasado o en la proclamación del Rey ya lucieron prendas de esta conocida marca).

En el caso de doña Leonor, la princesa optó por un vestido azul marino con grandes motivos de cachemir en distintos tonos de beige y rebeca azul. Doña Sofía, por su parte, escogió un vestido gris de talle bajo y volante al cuello con topos en beige y rebeca del mismo tono. Las dos hermanas, que se mostraron muy cómplices durante el acto militar, lucieron melena suelta con raya a un lado y semirecogido en forma de trenza, uno de los peinados favoritos de la hija mayor de los Reyes.

Las dos niñas estuvieron en todo momento muy atentas al desfile militar, aunque no pudieron evitar los gestos de espontaneidad, sobre todo, cuando vieron pasar a la cabra de la legión, que provocó en ellas sonrisas y miradas de complicidad.

Las pequeñas permanecieron junto a sus padres en la tribuna de Neptuno durante algo más de una hora si bien con posterioridad no acudieron a la tradicional recepción a las autoridades que ofrecen los Reyes en el Palacio Real.

Tanto don Felipe como doña Letizia entienden que su primogénita, que a finales de mes cumplirá 10 años, es aún demasiado pequeña para acudir a este tipo de actos. Por esta misma razón seguirán, por el momento, representándola tanto en los Premios Princesa de Asturias como en los Princesa de Girona.