Ha pasado un año desde que el eterno soltero de oro de Hollywood pasó por la vicaría. George Clooney y Amal Alamuddin han celebrado este fin de semana de una forma muy discreta su primer aniversario de boda, ajenos por completo a los constantes rumores de separación que han venido acosando a la pareja en este tiempo.

George y Amal sorprendieron al mundo hace justo un año con su fastuosa boda en Venecia, el lugar mágico en el que se habían prometido un año antes. Aquel enlace por todo lo alto que bien podría haber sido el final feliz de cualquier cuento, quedó pronto empañado por los primeros rumores de crisis en la pareja, unos comentarios que pretendían desvanecer el bonito castillo de naipes que habían construido el actor y la abogada, pero que, al menos hasta ahora, se ha quedado sólo en un intento fallido. La primera vez que se habló de una posible ruptura fue en los Globos de Oro, a los tres meses de la boda, donde se dijo que el distanciamiento de la pareja podría venir provocado por los celos de ella, que no veía con buenos ojos la relación de amistad que su esposo mantenía con Cindy Crawford y con otras compañeras de profesión y que, además, no terminaba de encontrar su sitio entre tantos famosos. Fueran o no ciertas aquellas afirmaciones, lo cierto es que el matrimonio nunca ha mostrado un mal gesto en público sino todo lo contrario: ha acallado los rumores con miradas de complicidad y arrumacos.

También en este primer año de casados, los Clooney han tenido que salir al paso de los rumores que aseguraban que habían iniciado los trámites para adoptar a un niño sirio. La prensa tiene ganas de ver a George con un bebé entre sus brazos y por eso se empeña en buscar un embarazo. Esta misma semana, sin ir más lejos, ha saltado la noticia de que el matrimonio podría recurrir a la fecundación in vitro para traer al mundo a su primer hijo, ya que según aseguran la extremada delgadez de ella y la avanzada edad de él (53) podrían suponer un impedimento para que Amal quede embarazada. Habrá que esperar para ver si el segundo aniversario de la famosa pareja lo celebran en compañía de un nuevo miembro o si, por el contrario éste es un rumor más de cuantos han tenido que sortear los Clooney en su primer año de casados.

Lo que parece que no es un rumor es el malestar que están provocando las obras que el matrimonio realiza en la que será su nueva residencia, al sur de Inglaterra. Los vecinos de Sonning han elevado sus quejas al Ayuntamiento del distrito porque, según aseguran, los trabajos se están demorando más de la cuenta y están ocasionando molestos ruidos. No es la primera vez que los futuros vecinos de Clooney muestran sus quejas por estas obras; hace poco se quejaban de que las cámaras de seguridad instaladas en el perímetro de la mansión supone una invasión de la intimidad para los que residen en las inmediaciones.