Pasarela

Herederas que vienen con paso firme

  • Las princesas le cogen el testigo a su madres en cuanto a estilo y actitud Algunas de ellas consiguen hacer sombra a sus progenitoras

Una de las pocas cosas que persisten en la humanidad desde que el hombre existe es el relevo generacional. Los hijos se hacen mayores para cogerle la vez a los padres y, a veces, hasta superarlos. Este relevo no entiende de clases sociales y lo sufren tanto el pueblo como la realeza.

Como ya le ocurrió a Grace Kelly con Carolina de Mónaco -aunque no haya llegado a superarla- ahora a la princesa monegasca le toca contemplar como su ya no tan pequeña Carlota Casiraghi se ha convertido en la musa de las princesas. Guapa, elegante y con presencia, la mayor de las hijas de Carolina brilla más que los diamantes de la corona de una reina.

Hija de una de las reinas más guapas del panorama real en la actualidad, Imán ha heredado de su madre, Rania de Jordania, mucho más que una simple corona. A sus 18 años, la joven tiene los bellos rasgos de su madre y ya apunta maneras en cuanto a estilo y elegancia. Pero la princesa no es sólo una cara bonita, Imán está estudiando en Georgetown. Y Rania -que antes que reina fue madre- está tan orgullosa de su pequeña que no para de dedicarle mensajes de cariño por las redes sociales.

Algo más pequeña que estas dos princesas, pero también apuntando maneras, Amalia de Holanda es digna heredera de su madre, Máxima de Holanda. Con una cara más parecida a la de su padre -redondita y con cachetes- la princesa de Orange tiene la simpatía de su progenitora y, aunque no haya hecho declaraciones públicas, se ve que tiene el mismo desparpajo que ella. La pequeña princesa ahora está apurando sus últimas semanas de vacaciones antes de pisar por primera vez el instituto.

Producto nacional, Leonor y Sofía también son dignas herederas. Aunque todavía sean muy pequeñas, todo parece indicar que van a coger el testigo de su padre por la puerta grande. Las dos niñas siempre saben estar en su sitio, son correctas y muy educadas. Hijas de uno de los reyes más formados del mundo, Leonor y Sofía también estarán a la altura del cargo, al igual que su padre.

Con estos herederos, la realeza puede quedarse tranquila y confiar en aquellos a quienes dejan sus coronas. O tal vez deberían sentirse inquietos, porque los que vienen detrás pisan fuerte y prometen hacer sombra a sus propios padres.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios