Pasarela

Un desafío con el fin de donar vidas

  • El gaditano Eduardo Rangel lleva a cabo Desafío Renacer, un reto para promover la donación de órganos

Eduardo Rangel no es deportista profesional, trabaja en una oficina, pero en el deporte ha encontrado la mejor manera de promover la donación de órganos. Todo comenzó cuando su madre falleció. Para el sanluqueño fue el momento más complicado de su vida y se propuso que a nadie le volviera a ocurrir lo mismo. Para eso pensó en una iniciativa con la que concienciar a la gente de lo importante que es la donar órganos. Desde el año 2012 ha conseguido que más de 20.000 personas registren su tarjeta de donante. Una de las últimas pruebas que ha disputado para llevar por el mundo el Desafío Donando Vidas ha sido el triathlon Norseman, en Noruega, uno de los más extremos del mundo. "Este año me propuse hacer 12 pruebas que fueran especiales y esta lo es por su dureza. Se apuntan más de 20.000 personas y solo eligen a 250. Tuve la suerte de ser uno de los escogidos porque el proyecto que presenté les gustó", cuenta Eduardo con satisfacción. El gaditano relata lo dura que fue la competición, pero lo hace con la satisfacción de haberla terminado: "En primer lugar había que nadar casi 4 km con una capucha de submarinismo y escarpines de buceo por el frío que hacía; después vinieron los 180 km en bici. Fue el momento más duro porque en el kilómetro 2 se me rompió el acople de la bicicleta, pero gracias a la ayuda de mis amigos y mi mujer conseguí continuar; ya durante los 42 km de la carrera a pie adelanté y conseguí terminar". Esta prueba la disputó solo, pero en otras cuenta con muchos amigos que junto a él transmiten la importancia de la donación de órganos.

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