FRANCISCO Rivera y Lourdes Montes presentaron felices a su hija Carmen a los medios ayer al filo de la una y media del mediodía. Una niña que se convierte en la quinta generación de una familia muy mediática, tataranieta de 'El niño de la Palma', bisnieta de Antonio Ordóñez, nieta de Paquirri e hija de Francisco Rivera. Carmen lleva el nombre de su abuela paterna y su bisabuela, Carmen Dominguín, hermana de Luis Miguel. Una niña marcada por la historia taurina y que anuncia grandes dosis de alegría después de un conato de tragedia.

El lunes 10 en Huesca, Francisco Rivera sufría la cornada más dura de sus dos décadas en los ruedos. Por un instante se vivieron momentos dramáticos ; el miércoles, en contraposición, el torero vivía uno de los momentos más hermosos de su vida personal. Menos de dos semanas y la cara y la cruz de la vida, lo peor y lo mejor. En Sevilla, como deseaban sus padres, nacía Carmen Rivera Montes la primera hija del matrimonio.

Los primeros en visitarla fueron Cayetana Rivera, la hija mayor de Francisco y nieta de la duquesa de Alba, y su tío Cayetano Rivera junto a Eva González, su pareja.

Cayetano, por petición de su hermano, salió a las puertas de la clínica para decir las primeras palabras a la prensa: "Es gordita, morena y muy guapa". Confirmó que su hermano, a pesar de continuar recuperándose, había podido asistir al parto. El menor de los Rivera Ordóñez también está de baja médica de los ruedos por una lesión en el pulgar, pero asegura que estará preparado para torear en la Goyesca del próximo 5 de septiembre en Ronda: "A mi hermano le haría mucha ilusión estar ese día en el ruedo, pero lo veo muy precipitado", aseguró a la prensa.

La cornada de Huesca ha cambiado al torero, se ha visto su cara más vulnerable y sensible. Su imagen en silla de ruedas con lágrimas en los ojos diciendo "Que viene Carmen", antes de ser trasladado de Zaragoza a Sevilla, conmovieron a todo el mundo. El hombre poderoso y valiente aparecía como un padre emocionado.

Caminando con cierta dificultad, Francisco posó ayer con su familia para los medios y realizó unas declaraciones en el vestíbulo de la clínica antes de marcharse a casa con dos de las tres mujeres de su vida: "Soy el hombre más feliz del mundo y con más suerte. Ahora hay que criar a esta niña, y a la otra.Ya son muchas mujeres las que dependen de mí", comentó entre bromas.

También habló a los periodistas de la alegría de su hija mayor, Cayetana, quien no se ha separado estos últimos días de su hermana desde que nació: "Está feliz, la coge… es su juguete".

Para su mujer, Lourdes, que dejaba el hospital antes de cumplirse las 48 horas del parto, tenía palabras de agradecimiento: "Lourdes se ha portado increíble, ha sido impresionante, como me ha apoyado, la entereza que ha demostrado... aunque imagino que también tendría sus momentos… Ha demostrado que es una mujer diez de los pies a la cabeza, de las de antes".

Por último, el torero agradeció las múltiples muestras de cariño que les han llegado estos últimos días a través de las redes sociales, y a todo el personal médico que les han tratado tanto a él como a su mujer y a su pequeña Carmen.