Pasarela

Cuando el amor peina canas

  • Cuando se alcanza la mitad de la edad que se tiene como expectativa de vida el hombre sufre una crisis que normalmente desemboca en cambio de casa, coche o cónyuge... más joven (y más guapa) a poder ser

En estas mismas páginas ya se habló de las segundas oportunidades del corazón para mantenerlo vivo, en forma, bien agitado como diría Vicky Martín Berrocal. También de que las bondades de una compañía femenina más joven hacen de la vejez un trago menos amargo, una especie de fórmula mágica ante la longevidad masculina, casi una reclamación intrínseca del macho envejecido para mantenerse en forma, prolongar el sentimiento de paternidad y lucha contra la efervescencia de los sentimientos. De todo ello se habló, sí, pero el cuore sigue dando razones para ahondar en el tema, para hacer nuevas reflexiones. Hoy le toca a los cincuentones, y es que alcanzar el medio siglo de vida arrastra sus consecuencias, dibuja casi sin querer un nuevo horizonte vital, es el arranque de la segunda etapa de la vida y el ahora o nunca de cumplir con las expectativas que, de forma consciente o no, nos vamos marcando. También en el amor. Que mueve montañas. Dicen.

Cuando el amor pinta canas el camino se bifurca y el hombre tiene que tomar una decisión, bien apostar por el cariño y la tranquilidad de una vida hecha o tirarse a la piscina en busca de nuevas experiencias románticas. Si tenemos en cuenta que vivimos en una sociedad madura pero enamorada de la juventud el segundo camino resulta ser el de mayor éxito, aunque claro no todo el mundo puede permitírselo. Las estrellas de Hollywood sí. Los veteranos de la meca del cine asumen la travesía de los 50 de otra forma, ya no se está para tonterías, ni para lo bueno ni para lo malo. Al grano aun con el arroz pasado. Tom Cruise, por ejemplo, podría estar a punto de demostrar que es un valiente sin alergia al compromiso que está dispuesto a pasar por cuarta vez por el altar, eso sí con una chica de 22 años. Los 31 años que separan al ex marido de Mimi Rogers, Nicole Kidman y Katie Holmes de la (por el momento) desconocida Emily Thomas no han sido impedimento para seguir con su supuesta historia de amor. Tanto es así que el actor, ex de nuestra Penélope Cruz, lo que no es poca cosa, está dispuesto a unir su vida a la de ella. Tom y Emily se conocieron hace un año cuando ella fue fichada para ser su asistente en la nueva película de la saga Misión imposible; muy paradójico por cierto. Dice la prensa internacional que Cruise está dispuesto a comprometerse pues está encantado con la discreción de la chica, la que dicen le ha dado estabilidad tras su polémico último divorcio y la gran controversia generada por la prensa sensacionalista estadounidense que ha hablado mucho este último tiempo de una homosexualidad de Tom y su romance secreto con Travolta durante 30 años. Ante tanta agitación, Tom Cruise ha preferido marcarse un 'Johnny Depp' (que, a sus 51 años, tras separarse de la madre de sus hijos, Vanessa Paradis, se casó con la actriz Amber Heard, de 28) y, aseguran, prepara una pedida de matrimonio a la altura, en Marruecos. Todo sería perfecto si la joven resultase no tener novio, como ha tenido que demostrar en las últimas horas en las redes sociales, ante tanta habladuría. Sea como sea Cruise, como Depp y otros maduritos como Antonio Banderas, con Nicole Kimpell, o Richard Gere, con la española Alejandra Silva, ambas treinteañeras, está abierto a una nueva oportunidad al amor. Risto Mejide también está ilusionado junto a una chica mucho más joven, casi teen, de 19. Aunque éste está en otra batalla, la de los cuarenta.

Todos, en cierta medida, cumplen con las características de lo que se conoce como la crisis de la mediana edad. Ésa que estalla cuando se alcanza la mitad de la expectativa de vida y que desemboca en el deseo de hacer cambios significativos en aspectos clave de la vida diaria. Bien podrían ser materiales, como cambiar de casa o de coche; profesionales, como Banderas que ahora quiere ser diseñador; o de relaciones sentimentales, y, claro está, entre más joven sea la nueva conquista pues mejor.

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