Pasarela

La Reina vuelve a brillar en Dinamarca

  • Don Felipe y doña Letizia, que estrenó la tiara que le regaló su esposo en 2006, acuden a la cena de gala ofrecida por el 75 aniversario de la reina Margarita. Fue su primer gran evento como Reyes ante la realeza.

Dinamarca no es un país cualquiera para Doña Letizia. Fue en Copenhague donde unos días antes de su boda dio su primera lección de elegancia enfundada en un ajustado vestido rojo de Lorenzo Caprile que no pasó desapercibido para casi nadie y que supuso su carta de presentación al mundo. Y ha vuelto a ser en Copenhague donde ahora, coincidencias del destino, ha hecho su primera aparición como reina española ante la realeza europea. Don Felipe y doña Letizia acudieron anoche a la cena de gala ofrecida por la reina Margarita con motivo de su 75 aniversario. Doña Letizia, aunque elegante, no estuvo a la altura de aquella primera cita danesa y en esta ocasión optó por un vestido blanco con flores bordadas en negro, un diseño que terminaba en tres grandes volantes acabados en blonda y que acompañó con unos zapatos negros de plataforma, un clutch del mismo tono y un mantón de manila bordado en negro. En cambio, si por algo destacó anoche la Reina fue por su tiara, una pieza que le regaló el rey Felipe en 2006 y que llevaba desde entonces guardada en el joyero real pendiente de una ocasión especial para su estreno. La tiara Princesa fue creada en los talleres Ansorena y está compuesta por un total de 450 brillantes que coronan diez grandes perlas y una flor de lis que ya había lucido en anteriores ocasiones como broche.

Además de los reyes españoles, al palacio de Christiansborg acudieron también los representantes de casi todas las casas reales europeas. Desde Suecia asistieron no sólo los reyes Carlos Gustavo y Silvia, sino también su hija la princesa Victoria y su esposo, Daniel. Como representantes de la corona Noruega acudieron los reyes Harald  y Sonia y el príncipe heredero, Haakon, que hizo su entrada del brazo de su esposa, Mette Marit.

Felipe y Matilde de Bélgica también tuvieron en Copenhague uno de sus primeros grandes eventos como reyes y no quisieron perderse esta cita a pesar de que el acto coincidía con el cumpleaños del monarca belga, que celebró ayer su 55 aniversario. Por su parte, Holanda estuvo representada por los reyes Guillermo y Máxima. La argentina también fue una de las más elegantes de la noche con un vestido negro cuya falda combinaba flecos y encajes del mismo tono. Máxima volvió a medirse en belleza con la nuera de la anfitriona, Mary de Dinamarca, como ya sucedió en la cena que ofrecieron en marzo los monarcas daneses en honor de los reyes de Holanda.

A la cena de anoche asistieron también el gran duque de Luxemburgo y su esposa, así como los hijos de la homenajeada, Joaquín y Federico, que estuvieron acompañados por sus respectivas esposas, Marie y Mary. Esta última destacó por su elegancia, con un vestido en tono rosa pastel sobre el que destacaba un cuerpo de guipur en tonos dorados. La anfitriona, por su parte, se descantó por un vestido rojo con el cuerpo bordado en el mismo color y mangas de gasa.

Al que se echó en falta en este esperado evento fue al marido de la monarca danesa, el rey Henryk, al que una gripe no le dejó estar presente en la cena. Tampoco estará hoy en el balcón del palacio de Amalienborg ni en el paseo en carroza que trasladará a la reina desde el palacio hasta el Ayuntamiento de Copenhague, donde se ofrecerá una recepción en su honor. Los actos conmemorativos del 75 aniversario de la reina Margarita finalizarán esta noche con una cena en el palacio de Fredensborg.

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