Pasarela

Vivir con un icono

  • Una exposición, comisariada por la revista 'AD España', propone un recorrido por las últimas décadas de la historia del diseño a través de una selección de muebles y objetos.

Convives con ellos, estás acostumbrado a verlos en tu revista favorita, los amas. Son sillas, mesas, lámparas y hasta un simple vaso o un teléfono móvil que silenciosamente o por mérito propio son iconos del diseño de los últimos 100 años y cómplices del día a día de mucha gente. Estas piezas domésticas representan imágenes de una época, objetos nacidos con una intención funcional que el paso del tiempo ha convertido en pequeñas obras de arte. Pero quizá no conozcas que detrás de cada uno de ellos hay una pequeña revolución. Todos forman parte de la exposición Vivir con un Icono, comisariada por la revista AD España para HTC, que estará abierta al público hasta el próximo 23 de abril en Madrid.

La muestra constituye un homenaje a esas mentes visionarias, a esos hombres y mujeres, diseñadores, arquitectos o ingenieros con talento que arriesgaron y, con un gesto, cambiaron la forma de vivir de varias generaciones, a veces de modo gradual e imperceptible, otras de forma inmediata y llamativa.

¿Sabías que fabricar asientos con tubo de acero -antes sólo usado en bicicleta- hizo desaparecer las cuatro patas en los años 20? ¿Qué moldear la primera silla de plástico de una sola pieza fue una carrera contrarreloj de siete años en 1960? ¿O que incorporar un pesado transformador en las lámparas de bajo voltaje de los 70 consiguió crear una escultura esbelta con un ligero juego de pesos y contrapesos? Fueron decisiones innovadoras, proyectos pioneros que convirtieron estos diseños en indispensables.

Dentro de las diferentes piezas que forman el recorrido que propone la exposición destacan la Butaca Wassily (1925), que, empeñado en construir un mueble con la resistencia y la ligereza de las bicicletas, creó el arquitecto de origen húngaro Marcel Breuer. Éste quiso experimentar con los tubos de acero de 20 milímetros que estaba acostumbrado a ver en estas estructuras. El resultado fue la silla que se conocería como Wassily en homenaje a uno de sus primeros admiradores, el pintor Wassily Kandinsky. El diseño fue una revolución por el uso del material y el método de fabricación, que combinaba el acero cromado con asientos y respaldos en cuero, lona o tela. También llama la atención la Silla apilable Panton (1960-1967), la primera silla de plástico de una sola pieza, diseñada por el danés Verner Panton, que comenzó a desarrollar el concepto en 1960, pero no presenta el modelo definitivo hasta 1967. Siete años de trabajo necesitó Panton para desarrollar su idea inicial. O la máquina de escribir Valentine (1969) ligera y fácil de transportar. Supuso una ruptura radical de las herramientas de un despacho tradicional. Anteriormente existían máquinas de escribir portátiles, pero Ettore Sottsass consigue fabricarla en plástico moldeado, lo que aligeró enormemente el peso que tenían hasta ese momento. También son considerados iconos Lámpara Tizio (1972), del diseñador Richard Sapper, y la Grapadora M-5 (1932), creada por El Casco, una empresa fundada en Eibar, que en 1932 se especializó en la producción artículos de escritorio, como esta grapadora que se ha convertido en todo un icono del diseño español.

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