Miguel Bosé. cantante

"Echo de menos España"

  • El artista ultima los detalles de su próxima gira, que tendrá su primera parada andaluza en Sevilla el próximo 27 de junio

El huracán Bosé no pierde fuerza pese a que acaba de cumplir 59 años. El polifacético cantante sigue presentándose, como en aquella canción que enloquecía a sus fans, con mucho de locura y una buena dosis de equilibrio. Miguel Bosé se encuentra en España para hilvanar los detalles de su próxima gira, que arrancará el 20 de junio en Madrid y que tendrá en Sevilla su primera parada andaluza el 27 de junio.

-Dice que el título de su gira, AMO, se refiere al verbo amar y no al hecho de creerse el amo. ¿Es difícil no creerse el amo cuando se llevan casi 40 años sobre los escenarios y colgando el cartel de no hay entradas en sus conciertos?

-No está en mi carácter creerme el amo, para nada. Si sucede algo así es porque la gente lo quiere. Yo propongo y ellos disponen. Sois vosotros los que decidís que yo siga estando aquí. Por mucho que queramos decir que son genes de la naturaleza o talento propio, es absolutamente mentira. Estoy harto de ver a gente con grandes talentos diferenciales que no llegan a nada porque no conectan con la gente y se pierden. Cuando compongo, lo hago por necesidad para mí y deseando una vez ponga los temas sobre la mesa del mercado pase como en las rebajas, que te lo quiten de las manos y los hagáis vuestros. Entonces las canciones pasan a la historia y, de rebote, también quienes las hacen. Además, los artistas pertenecemos a equipos que permiten hacer muchas cosas al mismo tiempo y el equipo más grande y leal, sois vosotros. No me siento amo sino propiedad de otros, que es el público.

-La primera ciudad andaluza en la que cantará será Sevilla, una ciudad que le acompaña desde hace décadas en sus conciertos ¿Cree que el público sevillano sigue agradecido a Bosé por esta canción?

-Yo sí que estoy agradecido a Sevilla por haberme inspirado esta señora canción. Me gustaría agarrar a cada andaluz y llevarlo a un concierto de Caracas, México o Lima para ver con qué pasión se canta allí 'Sevilla'. Ha trascendido de forma brutal.

-¿Es una plaza fácil la de Sevilla?

-Sevilla es maravillosa y mágica. Todavía recuerdo un concierto en el Prado de San Sebastián donde 15.000 abanicos se movían al son de esta canción creando un auténtico mar. Andalucía, en su conjunto, tiene magia y te das cuenta cuando viajas.

-En AMO no sólo ofrecerá canciones de su último trabajo sino que incluirá también temas de siempre. ¿Sería posible un concierto de Bosé sin incluir temas como 'Amante Bandido' o 'Te amaré'?

-¡Me matan, directamente! Incluiré seis o siete temas de AMO en el repertorio, todavía no lo tengo claro, pero el resto serán grandes éxitos. Me apetece cantarlos y, además, me gusta ver la reacción de la gente, te sientes 'karaokizado'. Hacen que te calles para que ellos canten sus canciones, porque las han hecho suyas y forman parte de sus vidas.

-La gira se apoya en avances tecnológicos como pantallas gigantes de leds, con las quiere que el público sea testigo de todo aquello que le ha interesado en su vida. ¿Es un poco como quitarse el caparazón con el que siempre ha protegido su vida privada?

-No tiene nada que ver con la vida privada sino con mi vida en general. AMO lleva el título de la canción madre del álbum que habla del conocimiento, del aprendizaje, del saber.... de la insaciable curiosidad... El álbum está muy inspirado en ese concepto y en él muestro todos mis amores, desde la astrofísica, astronomía, biología marina, matemáticas, arquitectura, literatura, etc. Es el resultado de todo lo que soy; la suma de todos esos aprendizajes.

-Ahora que habla de sus pasiones, se sabe que disfruta con la cocina, el Real Madrid, el submarinismo o la biología marina, pero dice que tiene muchas más aficiones que guarda en secreto. ¿Con cuál nos sorprenderíamos mas?

-De Bosé lo conocéis todo, pero de Miguel apenas se sabe nada salvo que soy padre, que tengo perros... pero poco más, porque ése es mi refugio. Pero esa parte apenas ocupa un 2% de mi vida. Es mi zona sin titulares. Es preciosa y es donde me recargo. Seguramente casi todas os sorprendería, pero no te voy a dar pistas.

-Lo que sí sabemos es que cada vez está más comprometido con la paz mundial, la naturaleza y la política. ¿Son esos los pilares que le gustaría cambiar para dejarlos sobre la mesa a sus cuatro hijos?

-Mis hijos ya crecen con una educación muy férrea y con disciplina. Van a crecer con muchas herramientas y valores y con el ejemplo de su padre: cómo trabaja, cómo se compromete y dónde se pone serio. Son cuestiones muy importantes porque estos cachorros crecen por imitación. No hay que infringirles mucho sino mostrarles el camino. Y con esa coherencia, lo haré.

-Por cierto, ahora que habla de sus hijos, ¿les ha explicado ya que ese señor que llena campos de fútbol con su música es el mismo papi que se pone el delantal para prepararles la cena?

-Te refieres a ese que está a pie de cama cuando se ponen malitos, ¿no? (risas) No es un tema que haya tratado aún con ellos porque son muy pequeños -los dos mayores acaban de cumplir cuatro años y los otros dos lo harán en octubre- pero el otro día Tadeo, que tiene diez veces más curiosidad que yo, me miró y me dijo: "Papá, pero tú cantas..." Y nadie le había dicho nada, sino que al escuchar un disco reconoció mi voz.

-Últimamente su música sería incomprensible sin la colaboración de sus amigos. ¿Qué valor tiene para Bosé la amistad en un mundo tan rencoroso como es, en ocasiones, el arte?

-Tengo la suerte de tener muy buenos amigos en la profesión. Si ahora me preguntaras con quién no me llevo bien, no se me ocurrirían nombres. Cuando hice Papito lo vi enseguida. Todas las personas que participaron en el disco dijeron que sí con enorme devoción y admiración. Me decían: "hemos crecido con tu música y ser tu amigo es un privilegio" Soy muy afortunado.

-En el 84 dio un golpe en la mesa para incluir 'Amante Bandido' en su disco pese a que nadie apostaba por él. ¿Ha tenido más veces ese tipo de corazonadas en su carrera musical?

-Yo trabajo por necesidad, necesito crear. Hay que entender que cuando arrancó Bandido era la primera vez que me proponía como autor, ya que hasta entonces me encontraba en fase de aprendizaje. Lo que fui componiendo se tradujo en ese disco y entonces comenzó una apuesta que me tomé muy a largo plazo para ser hoy quien soy. Desde entonces voy componiendo según la necesidad de cada momento. Aquello no fue un golpe de autoridad, no fue un 'por mis cojones' sino simplemente una necesidad creativa que ha seguido acompañándome hasta ahora.

-Déjeme terminar con una pregunta que me atormenta ¿por qué se ha ido a Panamá con lo que le queremos aquí, hombre?

-(Risas) Pues te lo explico y me vas a entender, seguro. Simplemente por calidad profesional y familiar. Mi mercado, en un 90%, se encuentra en el continente americano, por lo que me tenía que quitar mucho tiempo de casa con cada concierto. Me daba cuenta de que los niños iban creciendo y casi no los veía. Veía que el tiempo se me iba y eso me daba mucha rabia y tristeza. No quería perderme su día a día. Sabía que mi mercado no iba a cambiar, así que debía ser yo quien me adaptara. Antes los desplazamientos me ocupaban dos y tres días y, ahora, como máximo, estoy fuera cinco horas. Panamá es un sitio muy bien conectado y tranquilo y no me quedó otra opción. Era eso, o morirme de pena. Cuando tengan ocho o nueve años la cosa cambiará pero ahora no puedo perderme a mi familia. También allí la calidad de trabajo es total. No obstante, echo mucho de menos España y mis amigos y me muero; hay veces que se me cae el alma. Pero cuando abro la puerta y veo a mis cuatro enanos durmiendo en sus camitas, veo que la decisión ha sido la correcta.

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