La Casa de Alba vive una nueva era sin Cayetana. La unión familiar de la que presumía la aristócrata parece que empieza a caer en saco roto sin la presencia de la progenitora. Los hermanos ya no se encuentran tan unidos como cuando vivía la duquesa y cada vez es más palpable la frialdad que tienen algunos con el primogénito, el nuevo duque, Carlos Fitz James Stuart. Sin ir más lejos, esta misma semana Fernando Martínez de Irujo fue grabado por las cámaras cuando salía del palacio de Liria con un cuadro y al ser preguntado por los periodistas por cuestiones relacionadas con la herencia prefirió no hacer declaraciones y se refirió a su hermano mayor como el señor duque o don Carlos. "No voy a contestar, no me interesa. Los hermanos están muy bien. No sé, pregúntele al señor duque, don Carlos. Yo no sé, no soy el patrón de la Fundación". Esta reacción airada no se puede entender como un caso aislado si se tiene en cuenta también las declaraciones que hizo hace sólo unos días Cayetano al dejar su residencia del palacio de Liria, según parece obligado por su hermano mayor. "Dejo el palacio. Se ha ido mi madre y me voy yo. No trabajo para la casa porque ya mi hermano Carlos se ha hecho cargo de sus cosas. Espero que continúe con el legado de mi madre. De no ser así sería un fracaso", dijo entonces el más mediático de los hijos de Cayetana de Alba.

Parece que los dos hermanos mayores, Jacobo y Alfonso, han hecho piña con Carlos y son los más pequeños quienes se encuentran más distanciados. Eugenia, en cualquier caso, no se ha pronunciado hasta ahora sobre este asunto.