Nadie diría que llegó al mundo de la fotografía por un capricho del destino. Patrick Demarchelier es un fotógrafo francés considerado por muchos como el gran genio de los retratos de alta costura y, a sus casi 72 años, sus fotografías siguen marcando un antes y un después en el mundo de la moda.

Demarchelier no tenía claro a qué quería dedicarse en el futuro hasta que su padrastro le regaló una cámara antigua Kodak. Entonces se dio cuenta de que su vida tenía que girar en torno a aquel mundo mágico de los claroscuros y se trasladó a París para completar su formación autodidacta. Aunque los primeros años estuvo muy lejos del mundo de la moda, cuando consiguió acceder a la agencia París Planning se abrió ante él un universo de belleza del que nunca más se despegaría. Tras dar sus primeros pasos en solitario en revistas como Elle o Marie Claire, Patrick consideró que la mejor manera de abrirse camino era asentarse en Nueva York y a mediados de los 70, sin saber ni una sola palabra de inglés, hizo las maletas y se instaló en la Gran Manzana junto a su familia.

Fue la revista Glamour la que primero confió en sus posibilidades, aunque su gran oportunidad llegaría unos años más tarde con Vogue, una publicación que fue la encargada de abrirle las puertas del cielo en el mundo de la alta costura.

Pero no sólo la moda se ha puesto a los pies de Patrick Demarchelier, sino también los grandes nombres del cine de las tres últimas décadas. Aunque si por algo se ha distinguido este fotógrafo francés no ha sido por retratar a las grandes estrellas sino por ser el primer fotógrafo internacional que retrató a la familia real británica. Seguramente la encargada de abrirle las puertas de Buckinham Palace fue la propia Lady Di, que quedó prendada del arte de Demarchelier desde que la retrató a finales de los 80 junto a sus hijos. A partir de ahí surgió tal complicidad entre el fotógrafo y la princesa que fue el encargado de retratarla para las publicaciones más exclusivas.

También las grandes marcas se rindieron a su arte y encargaron a Demarchelier sus campañas más importantes. Dior, Louis Vuitton, Tag Heuer, Chanel, Yves Saint Laurent, Lacoste, Lancome, Guerlain, Calvin Klein, Versace, Armani o Ralph Lauren han sido algunos de los que confiaron en el objetivo del francés para promocionar sus productos.

La relación de Demarchelier con la alta costura quedó plasmada hace poco con la publicación Dior Couture por Patrick Demarchelier, una retrospectiva llena de belleza en la que se recuerdan los vestidos más bellos desde el origen de la Maison.

Para muchos, su nombre es sinónimo de elegancia; otros le consideran el mago de la luz y, los demás, simplemente, ven en su trabajo al mejor fotógrafo de moda que ha existido nunca. Él, por su parte, asegura que su único secreto es conocer a las modelos antes de que comience la sesión fotográfica para que se muestren relajadas y, una vez en el trabajo, disparar antes de que se den cuenta de que la están mirando.