Sole Giménez. Cantante

"Las canciones dejan de ser de quien las hizo y se convierten en historia"

  • En plena promoción de su nuevo trabajo, 'Cómo hemos cambiado', la compositora asegura que los intérpretes de música adulta apenas tienen una ventana a la que asomarse.

Muchos la consideran una de las grandes voces del jazz español, un título que, pese a sus continuos logros, la sigue ruborizando. Sole Giménez echa la vista atrás y resume sus 30 años en la música con su sexto trabajo en solitario, Cómo hemos cambiado, un título que recuerda irremediablemente su etapa en Presuntos Implicados y en el que da una vuelta de tuerca a muchos de esos temas con los que se identifican varias generaciones.

- Con el título de su nuevo disco, la primera pregunta es casi obligada. ¿En qué ha cambiado Sole Giménez?

- En casi todo. Después de tantos años, soy otra. Si no tendría un problema. En lo único que no he cambiado es en la emoción y la pasión por hacer música.

- Con el disco hace un repaso a sus 30 años en la música. ¿Hay alguna época que recuerde con más añoranza?

- No soy de añoranzas, la verdad. Es inevitable tener recuerdos y, al hacer este disco he tenido muchos. Piensas en el momento en que compuse los temas, e las personas a las que iban destinadas... Pero todo eso ya pasó. Si añoro algo es el momento en el que mis hijos eran pequeños.

- ¿Qué le ha aportado la música a su vida?

- ¡Uf! Mi vida entera. Gracias a ella soy como soy. La música es todo lo que me ocurre. Es mi profesión, mi pasión... es ella la que me vertebra y, aunque suene a tópico, no sabría prescindir de ella.

- Los temas que componen su disco han sido elegidos en comunión con sus fans pero, ¿Son los mismos que usted habría seleccionado?

- Yo tenía confeccionada mi propia lista y, cuando vi la que había votado el público me sorprendí porque se parecían demasiado. Algunas las he añadido de mi cosecha, pero prácticamente es la misma lista. Presuntos Implicados tuvo muchos éxitos que se han convertido en clásicos y que a la gente les recuerda una determinada etapa de su vida. Por eso quería que me ayudaran a hacer la selección porque las canciones dejan de ser de quien las hizo y se convierten en historia.

- Pero seguro que alguna se le ha quedado en el tintero.

- He escrito tantas, que es inevitable que alguna se quede fuera. Pero los presupuestos no dan para más.

- Su voz es considerada como una de las mejores del jazz español y, en cambio, usted es de las que se sonroja cuando lo escucha ¿Cree que este pudor es lo que le ha ayudado a mantenerse arriba?

- No tengo ni idea, pero supongo que el trabajo y la constancia también ha ayudado. Agradezco mucho cuando me dicen este tipo de cosas pero no creo que la música sea un ranking. Canto lo mejor que puedo y soy mi propia juez porque me exijo más que cualquier otro. El talento me lo ha dado Dios y yo me he currado el resto.

- Con el título del disco ¿Se puede entender que Cómo hemos cambiado ha sido la canción que más ha marcado su trayectoria?

- Posiblemente sí. Y con ella otros clásicos como Alma de blues, En la oscuridad, Mi pequeño tesoro... A la gente le sigue llegando este tema, y a mi también.

- Y en estos años no sólo nosotros hemos cambiado, también la música...

- ¡Y tanto! La industria musical no se parece en nada a la de antes. Eso sí que lo añoro. Antes había más interés por los músicos y por la música. Ahora los medios nos tratan como apestados y se ha perdido mucho el interés. En la televisión nacional, por ejemplo, hace 10 años que no ofrecen un programa decente de música; las radios musicales no apuestan por la variedad y la gente como yo, que hacemos música adulta, apenas tenemos una ventana a la que asomarnos. Es más, por la calle me preguntan que si me sigo dedicando a la música.

- Pero en cambio, sigue llenando sus conciertos...

- Claro, porque público tenemos. Si hay grupos, música y público, está claro que lo que fallan son los medios. Ahora, por ejemplo, vengo de México y allí me han entrevistado en muchas televisiones. Aquí, en cambio, sólo en una. Lo que tenemos está saturado, y eso dice mucho del país que tenemos. Pasa lo mismo con el cine, el teatro, la pintura... Luego, que no nos sorprenda si nos dicen que cada vez somos un país más inculto...

- Ahora presenta las canciones de ayer con arreglos de hoy pero ¿cree que las versiones han mejorado los originales?

- La verdad es que no las he comparado. Éstas las he hecho con todo el corazón; en otro momento y en otras circunstancias.

- En su carrera en solitario ha sacado seis discos pero se echa en falta uno que no sea recopilatorio.

- Soy autora, compositora e intérprete. Hay canciones maravillosas que en algún momento de mi vida he querido interpretar porque es un placer. Negarme a esto no me parece justo. También los discos son productos del momento. Ahora es más difícil sacar adelante un disco con versiones originales. Quizá llegue en otro momento. Yo no me cierro a ello, pero también tengo los pies en la tierra.

- Cuando en 2008 dejó Presuntos Implicados dijo que se fue porque no era feliz. ¿Ha encontrado la felicidad ahora?

- Desde luego que sí. Cuando dejas una relación en la que no estás a gusto, te quitas un peso de encima. La música ahora me hace mucho más feliz. Tengo gente a mi alrededor muy buena por lo tanto no me puedo quejar. Soy feliz.

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