Pasarela

Adiós al genio

  • Hola al mito... El diseñador de las ocasiones especiales, el de las 'first ladies', el amigo de las estrellas, Óscar de la Renta, pierde la batalla contra el cáncer a los 82 años.

Duelo. El mundo de la moda está de luto tras enterarse ayer del triste adiós del dominicano Óscar de la Renta. "Si me retiro me moriría" dijo el diseñador en una de sus últimas entrevistas. Entregado hasta el final, acudió religiosamente a su estudio, con los suyos, hasta que su salud se lo permitió. El creador de las primeras damas, el amigo de las celebridades, el diseñador de las grandes ocasiones, De la Renta ha dicho adiós tiñendo de negro las pasarelas de todo el planeta. Pero ya lo dijo él mismo: "Los únicos hechos certeros en la vida son que nacemos y morimos. Siempre pensamos que viviremos eternamente. Jamás nos conformaremos con la muerte". Y tenía razón. Ha muerto el genio pero ha nacido el mito.

Encantador, elegante, leal, amigo de sus amigos. De la Renta nació el 22 de julio de 1932 en República Dominicana en el seno de una familia acomodada. Era el menor de siete hermanos, el único varón. Su padre siempre tuvo planes para él, como hombrecito de la casa sería la figura perfecta para trabajar en la empresa familiar, dedicada los seguros. Pero el inquieto Óscar tenía otras aspiraciones. Su mundo interior era tan fascinante, su nivel de estética tan alto que sólo podía dar salida a tanta inspiración creando, y empezó estudiando arte. "Si le hubiera dicho (a su padre) que quería ser diseñador le habría dado un infarto", comentó en una de sus apariciones televisivas. Comenzó su andadura por el universo fashion en Europa. Aprendió de Cristóbal Balenciaga en España y trabajó para Lanvin en París; con ese bagaje aterrizó en Nueva York a finales de los sesenta, donde fue fichado por Elizabeth Arden convirtiéndose en la quintaesencia de la elegancia del Upper East, miembro de una elite junto a su amiga Carolina Herrera. "Ser un buen diseñador es tener los ojos muy abiertos", defendió siempre. Y ser despierto. Creó su propia firma en 1965, trabajo que compatibilizó con otros como la dirección creativa de Balmain, de la que estuvo al frente durante una década, desde 1992 a 2002. El color, las flores y la luz del Caribe siempre estuvieron presentes en sus colecciones, caracterizadas por su coqueteo con el conservadurismo y la modernidad. Seducir cómodamente sin transgredir, deslumbrar sin caer en lo pomposo y elevar la feminidad de esa forma tan frágil como contundente, entender a la mujer al fin y al cabo, así creaba De la Renta, "el Cary Grant de la moda", como un día lo definió el periodista de moda británico Colin McDowell. Un observador con horizontes pero amante de los pequeños detalles. Él se consideraba un 'camaleón' de las pasarelas, "un superviviente", que supo adaptarse muy bien "a los distintos momentos". Y de ahí su éxito, de ahí su legado.

Durante seis décadas, De la Renta ha canalizado su creatividad sin límites en los armarios de sus grandes amigas, entre las que se encuentran Penélope Cruz, Taylor Swift, Oprah Winfrey o Sarah Jessica Parker. Ésta última lució en la última MET Gala el que pasará a la historia como uno de sus últimos diseños más emblemáticos. También ha vestido a nuestra reina Sofía y hasta a Amal Aladuddin, la flamante esposa de George Clooney, el día de su boda. Era el diseñador favorito de las primeras damas, desde Laura Bush hasta Michelle Obama. Para él, "la moda no es ni política ni campesina", y su condecorada trayectoria así lo demuestra.

Casado en dos ocasiones, con Francoise de Langlade y con Annette Engelhard, siempre dijo que para él la mujer más bella del mundo había sido Ava Gardner, a la que pudo saludar una vez en una corrida de toros en Madrid cuando era un joven cualquiera.

Óscar de la Renta llevaba desde 2006 luchando contra el cáncer. El pasado 9 de septiembre, al presentar una colección en la Semana de la Moda de Nueva York saludó a sus fieles con rostro desmejorado, y sólo un mes después presentó al británico Peter Cooping como su sucesor en la dirección creativa de su firma. "Es un gran talento y compartimos la misma sensibilidad sobre la concepción del diseño", dijo entonces. Su luz se apagó el pasado lunes en su casa de Connecticut a los 82 años. Hoy sus amigos más íntimos, como Julio Iglesias o Naty Abascal, la que fue su musa, se despiden de él amargamente. Ya lo dicen, las personas buenas se miden por el número de amigos que dejan. Y Óscar de la Renta deja a muchos.

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