Pasarela

Seis segundos que cambiaron la Red

  • Desde que Vine comenzase su andadura en el año 2013, cada vez son más los usuarios que se animan a probar estas píldoras visuales

Los primeros acordes de una canción, un saludo, un salto, un anuncio publicitario y hasta un tartazo son algunas de las cosas que tienen cabida en seis segundos, y los usuarios de Twitter han sabido sacarle partido. En enero de 2013, la exitosa red de microblogging (es decir, de mensajes de hasta 140 caracteres) incorporó la opción de grabar un vídeo de hasta seis segundos de duración llamado Vine. Con esto, trasladaba la fórmula que ya les había hecho triunfar del texto a la imagen en movimiento, consiguiendo de nuevo un gran éxito.

Los anuncios publicitarios fueron los primeros en beneficiarse de estas píldoras visuales porque permiten condensar el concepto que se quiere transmitir, con la imposibilidad de que resulte aburrido en tan sólo seis segundos y la obligatoriedad de la búsqueda de originalidad. El principal aliado comercial del Vine es el stop motion, una técnica que consiste en aparentar el movimiento mediante una sucesión de imágenes fijas.

Ahora, Disney patrocina sus parques mediante una sucesión de clips, chinchetas y demás material escolar; en seis segundos podemos ver a una galleta a punto de convertirse en una Oreo por culpa de una inundación de leche que se avecina por un pasillo y Samsung muestra varios dispositivos mientras un jugador de baloncesto va saltando de uno a otro. Gracias a esta nueva forma de trabajar, los anunciantes se ven obligados a enviar una sola idea, algo que resulta totalmente efectivo en el efímero mundo de Internet.

Sin embargo, el verdadero boom del fenómeno Vine se ha producido cuando los usuarios particulares lo han utilizado para fines más personales. En estos casos, los twitteros aprovechan esta oportunidad audiovisual para dar a conocer unos vídeos que en la mayoría de los casos se han esparcido como la pólvora y en los que los viners parodian los aspectos más vergonzosos de la vida de todos o los comportamientos más usuales de las redes sociales, desde una caída hasta la manía de muchos de fotografiar la comida antes de comérsela. Así, King Bach se dedica a contar microhistorias que tienen un argumento bien determinado y donde el humor es la clave. Humor absurdo es lo que utilizan Jack & Jack, dos jóvenes que inundan la plataforma con situaciones surrealistas como huir despavoridos ante el aviso de "suelo mojado" en un centro comercial.

También hay sitio para el arte en Vine, como demuestra el matrimonio conocido como Us the Duo. En tan sólo seis segundos son capaces de armonizar sus voces para hacer covers de canciones muy conocidas, además de saludar al público después de sus conciertos. Al más puro estilo romántico, ella pone la voz y él la música.

Dos pilares fundamentales para buscar el humor en las redes también están presentes en Vine: los niños y los animales. Cualquier mascota es susceptible de convertirse en una celebridad si tiene un dueño lo suficientemente avispado, y la niña Breanna Youn ya tiene más de 262.000 seguidores: su único talento es ser una monada.

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